PALESTINA/COLOMBIA: Hecho en los EE.UU. –Tomemos medidas para detener la «ayuda» militar

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redECAP
Septiembre 11, 2017
PALESTINA/COLOMBIA: Hecho en los EE.UU.–Tomemos medidas para detener la «ayuda» militar

por Hannah Redekop

Lucas estaba tendido en el suelo luchando por respirar,
mientras su comunidad se agolpaba frenéticamente a su alrededor,
abanicando su cuerpo y abriendo unos cocos con la esperanza de que el
agua dulce le reviviera. Momentos antes, ese día de junio de 2014, el
grupo antidisturbios de la policía colombiana (ESMAD) había entrado a la
fuerza a las tierras agrícolas de El Guayabo bajo órdenes ilegales de
desalojar a la pequeña comunidad agrícola que vive a orillas del río
Magdalena. La comunidad estaba reunida en una línea, tomados de las
manos apretadas, para resistir pacíficamente el desalojo. El ESMAD
golpeó violentamente a varixs campesinxs que trataron de evitar que
entraran a las parcelas y luego dispararon media docena de latas de gas
lacrimógeno para dispersar a la comunidad. Lucas, habiendo inhalado el
producto químico tóxico, se desmayó mientras luchaba para respirar.

Un campesino bloquea la entrada a la finca durante el desalojo
                  Un campesino bloquea la entrada a la finca durante el desalojo de junio del 2014 en El Guayabo. Foto: Luca Zanetti

En julio y agosto del corriente año, miles de mineros de la región del noreste del departamento de Antioquia se declararon en huelga
para exigir la legalización de las prácticas mineras artesanales que
han llevado a cabo durante siglos. Durante más de una semana las marchas
se mantuvieron pacíficas, hasta que el ESMAD llegó el 31 de julio
causando enfrentamientos violentos y resultando en 24 heridos y una
fatalidad. El ESMAD llegó «pateando y golpeando las ollas de sancocho de
la comunidad, disparando gases lacrimógenos en todas partes», atestigua
Eliober Castañeda, presidente de la Asociación de Mineros, según
reporta El Colombiano.
Luego, el 18 de agosto, mientras la comunidad celebraba una ceremonia
pacífica para conmemorar la muerte del joven abatido durante las
protestas, el ESMAD tomó el control de la zona violentamente, disparando
gas lacrimógeno a multitudes de niños, mujeres embarazadas y adultos
mayores. Una comisión de verificación ha declarado que la situación es
una crisis humanitaria, aseverando que la policía antidisturbios está
“usando la fuerza en exceso y armas no convencionales como drones”,
según reporta El Espectador.

Las fotos que llegan de CAHUCOPANA, la organización socia en Antioquia de ECAP son, trágicamente, muy similares a las de las publicaciones semanales de ECAP Palestina
que salen de Hebrón. Los viernes por la tarde entran en caos cuando los
vehículos blindados del ejército israelí atraviesan las calles de
Hebrón. Atacando las marchas palestinas por la libertad, los militares
israelíes usan en exceso gases lacrimógenos, agua apestosa, balas de
goma y munición real para dispersar a los manifestantes. ECAP está
presente durante los enfrentamientos, documentando y fotografiando
abusos de los derechos humanos por parte del ejército israelí y también
ofreciendo almohadillas de alcohol y spray de mentol a lxs palestinxs
para aliviar el escozor y asfixia por inhalación de gases lacrimógenos.

Los efectos del gas lacrimógeno se perciben en toda Palestina. Desde
Hebrón hasta el campamentos de refugiados de Aida, a Nablus, a
Jerusalén, el sofocante gas lacrimógeno se usa para asfixiar a quienes
luchan por la libertad. En julio, Jerusalén oriental vio una de las
protestas palestinas pacíficas más grandes de la historia reciente.
Luego de que las medidas de seguridad israelíes impusieran restricciones
a los palestinos para acceder a la Mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar
más sagrado del Islam, miles de palestinxs musulmanes y cristianxs
oraron juntos fuera de las puertas de la mezquita. Las fuerzas israelíes
respondieron desproporcionadamente; Amnistía Internacional informó
que «1.000 palestinxs [fueron] heridos; 29 fueron heridxs con munición
real, 374 con balas de goma y 471 lesiones como consecuencia de gases
lacrimógenos, 216 personas sufrieron moretones, quemaduras o fracturas
de huesos como resultado de golpizas» y tres jóvenes palestinxs murieron
como resultado de disparos del ejército israelí y los colonos
israelíes.

Latas de gases lacrimógeno hecho en Estados Unidos usado en Palestina
Latas de gases lacrimógeno hecho en Estados Unidos usado en Palestina. Foto: ActiveStills.org

La guerra es una máquina de hacer dinero, y el complejo industrial
militar es fácil de ilustrar al recoger una de las latas de gas
lacrimógeno en las calles de Antioquia o Hebrón. A pesar de ser mundos
aparte, las latas de gas lacrimógeno parecen las mismas – marcadas con
rayas azules y las palabras “hecho en los Estados Unidos”. Los actores
armados que realizan la violencia física contra nuestros socios en el
terreno pueden parecer diferentes, pero el financiamiento para la
capacitación, tanques, armas y bombas de gas lacrimógeno proviene de los
Estados Unidos.

Durante casi 20 años, Estados Unidos ha sido el mayor proveedor de
ayuda externa a Colombia bajo el Plan Colombia, un proyecto
multimillonario construido bajo la administración estadounidense de
Clinton y sostenido durante las siguientes presidencias. Aunque
internacionalmente aplaudido, el Plan Colombia inundó esencialmente a
los militares colombianos con las herramientas de guerra, incluyendo el
gas lacrimógeno disparados contra civiles en todo el país.

El año
pasado, a la luz de los acuerdos de paz firmados por el gobierno
colombiano y las FARC, los Presidentes Santos y Obama anunciaron Paz
Colombia, un paquete de ayuda más pequeño pero aún significativo para
uno de los aliados de los EEUU más cercanos en el hemisferio. Este
renombramiento y reestructuración del Plan Colombia ahora incluye una
alta retórica de la consolidación de la paz, pero las duras cifras
siguen siendo fuertemente dirigidas hacia la ayuda militar, tal como fue
delineado por la Oficina de Washington en América Latina el año pasado. El entrenamiento, las armas, y sí, el gas lacrimógeno de los EEUU seguirán siendo utilizado en Colombia.

Latas de gas lacrimógeno, hecho en los Estados Unidos utilizadas contra mineros colombianos
Latas de gas lacrimógeno, hecho en los Estados Unidos recientemente
utilizadas contra mineros en la protesta de pequeños mineros de Segovia.
Foto: Presna Rural

Proporcionando una amplia ayuda militar a dos de los conflictos más
largos de la historia moderna, y luego proporcionando también armas,
entrenamiento y gas lacrimógeno a ser comprados con esos fondos, la
economía estadounidense es esencialmente sostenida por el comercio de
armas y la continua represión de nuestros socixs palestinxs y
colombianxs.

Les pedimos que denuncien estas estructuras opresivas y que aboguen con
nosotrxs en nombre de nuestrxs socixs. Agregue tu voz a peticiones para
detener la ayuda militar a Israel y Colombia
y hablar sobre los impactos negativos de la ayuda externa de Estados
Unidos en las comunidades de todo el mundo trabajando para desmantelar
estas mismas estructuras.

—–

Esta reflexión ha sido adaptada para la publicación en redECAP. Puede leer el artículo completo en la página de ECAP Colombia.

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