ECAP Colombia pide oraciones para las comunidades del Nordeste Antioqueño, quienes temen nuevamente una escalada de violencia por parte de diferentes grupos armados en su territorio. Los acuerdos de paz firmados entre el gobierno colombiano y las Farc-ep en 2016 no han sido una garantía para el establecimiento de una paz integral y duradera.
El pueblo campesino pide la implementación de una reforma rural integral (RRI), prevista en el punto 1 del acuerdo de paz; pero también lo exige como una deuda histórica del estado colombiano hacia el campesinado. También es necesario el reconocimiento constitucional del campesinado como sujeto de derechos.
En la prensa nacional el académico Rodrigo Uprimny señala: “El Gobierno Duque, así como ha incumplido masivamente con otros aspectos del Acuerdo, entre ellos la protección a excombatientes reinsertados, como lo acaba de declarar la Corte Constitucional prácticamente congeló esta RRI.”
Ante el panorama de abandono, las comunidades en resistencia que caminan acompañadas por nuestra organización socia CAHUCOPANA, tejen alternativas a la guerra y construyen caminos para transitar hacia la paz con justicia social.
Pedimos para que todos sus esfuerzos en el día a día alcancen sus objetivos, que la vida y autonomía de las poblaciones campesinas puedan seguir dando los frutos de la esperanza para tener un país con equidad y sin impunidad.
En redes sociales CAHUCOPANA ha expresado: “Desde Cahucopana expresamos nuestra preocupación por la violencia y los constantes reportes de casos de asesinatos en el casco urbano y veredas cercanas al municipio de Remedios. […] Hacemos un llamado para que los actores armados respeten y acaten el Derecho Internacional Humanitario.”
