Colombia

Acompañando a pequeñas comunidades campesinas y mineras atrapadas en el fuego cruzado de décadas de guerra y, más recientemente, de hiperdesarrollo. Construyendo alianzás con organizaciones locales de derechos humanos. Destacando los efectos de un conflicto que ha permeado las estructuras sociales urbanas a través del crimen organizado, el tráfico y el desplazamiento de las zonas rurales.

Historia de ECAP en Colombia

En el 2001, Los Equipos y Comunidades de Acción por la Paz (ECAP) aceptó la invitación de la Iglesia Menonita de Colombia a conocer el contexto de la región del Magdalena Medio, los procesos organizativos y las luchas y trabajo de las comunidades campesinas y organizaciones defensoras de los derechos humanos.

Una vez establecido el proyecto en la ciudad de Barrancabermeja realizamos acompañamiento a las comunidades de Ciénaga del Opón y Micoahumado. Estos dos lugares fueron estratégicos para los grupos armados ilegales afectando con su presencia a las comunidades que se veían inmersas en el dominio y el enfrentamiento con otro grupos armados.

Durante estos primeros años acompañamos a las organizaciones como la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra (ACVC), el PDPMM, y la OFP, quienes facilitaban procesos organizativos para resistir la violencia exacerbada de los grupos armados hacia la población civil, así como denunciar todas las acciones bélicas en la zona urbana.

Participamos en la plataforma del Espacio de Trabajadores y Trabajadoras de Derechos Humanos (ETTDDHH) que nace como una iniciativa organizativa que busca agrupar a las diferentes organizaciones defensoras de derechos humanos para realizar incidencia y acciones conjuntas en pro de exigirle a los actores armados legales e ilegales cesar sus acciones violentas contra la población civil y al gobierno nacional el respeto y garantía de los derechos humanos.

Nuestro Trabajo

En Colombia, la presencia de organizaciones internacionales como ECAP ha servido para facilitar espacios con garantías mínimas de seguridad para que comunidades y organizaciones defensoras de la vida puedan realizar sus ejercicios en la defensa de los derechos humanos.

La presencia física de ECAP en los territorios y procesos ha servido para visibilizar las voces de las organizaciones a quienes acompañamos, así como llamar la atención del gobierno nacional sobre la violencia que viven las comunidades y organizaciones.

Acompañamiento Físico

La presencia de una organización internacional blinda los procesos de las comunidades y las organizaciones dándole espacios de seguridad.

Acompañamiento

Psicosocial/Pastoral:

Estamos con nuestros socios y socias en el camino. Escuchamos a las personas de las comunidades y compartimos con ellos y ellas sobre sus dolores y sus esperanzas. Brindamos espacios de confianza para procesar las violencias de quienes son víctimas.

Acompañamiento Político

Realizamos acciones de incidencia que permitan que los procesos en que trabajan las organizaciones avancen, para nosotras la incidencia política va desde dialogar directamente con las instituciones del estado para exigir que sean garantes reales de los derechos humanos, así como llamar a la solidaridad de nuestros donantes y red de apoyo a realizar acciones para que el gobierno cumpla con su deber de garantes.

Asuntos que trabajamos

Tema de tierras
Violencia contra líderes y lideresas sociales (amenazas, judicializaciones y asesinatos)
Ambiental
Psicosocial

Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Contexto colombiano del Magdalena Medio

El Magdalena Medio corresponde al valle central del río Magdalena y está ubicado en una zona estratégica de Colombia, en un punto de confluencia entre el Oriente y Occidente del país, y entre el centro y la costa Caribe. Su piso térmico predominante es el cálido.

Geográficamente está constituido más que todo por planicies aluviales con suelos fértiles y algunas colinas de pendiente moderada. Es un territorio de gran importancia económica por cuanto allí se desarrollan actividades de explotación petrolera y aurífera, con un sector agropecuario y comercial muy dinámico, además de la tradicional producción piscícola.

La región cuenta con una inequitativa distribución de la tierra reflejada en una alta tasa de concentración y una lucha constante por su dominio. En promedio, el 70% de sus habitantes son empobresides, cifra que se ubica muy por encima del promedio nacional (Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, 2001, p. 6).

Los años veinte se caracterizó por las luchas sociales de los dos grandes movimientos: de una parte, las luchas obreras en Barrancabermeja y de otra las insurrecciones pueblerinas, la denominada ‘Insurrección Bolchevique’ de 1929, con expresión fundamental en San Vicente de Chucurí y La Gómez y con actores sociales que comienzan a entrecruzarse y a condicionarse mutuamente. Por lo anterior, en la década de los sesenta hicieron su aparición las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En los ochenta entró en acción el narcotráfico, desplegando empecinadamente sus tentáculos en la parte sur de la región y extendiendo su corrosivo poder económico, acompañado de un descomunal interés terrateniente.

Conexo a esta actividad tomó especial auge el fenómeno paramilitar que exhibió gran influencia en jurisdicción de La Dorada y Puerto Boyacá para luego extenderse a otras áreas de la región, manteniendo una recia confrontación militar con los grupos guerrilleros (Pico, 2016). Para los años ochenta la región se encontró inmersa en la dinámica de un conflicto multipolar y multidireccional que involucró, de acuerdo con las diferentes racionalidades que allí se expresan, a los hacendados ganaderos, comunidades campesinas, el ejército, los paramilitares, los sectores agroindustriales, los jornaleros agrícolas y narcotraficantes. Durante este período se hizo mención especial la dinámica que cobra el conflicto por la tierra y, por tanto, el auge que tiene la movilización campesina expresada fundamentalmente en los paros cívicos, la toma de lugares públicos y las marchas campesinas.

Municipio de

Barrancabermeja

El municipio de Barrancabermeja es el principal puerto sobre el río Magdalena y mayor centro poblado de la región del Magdalena Medio colombiano, localizado en la provincia de Mares al occidente del Departamento de Santander. Tiene una extensión de 1.154 km² y está conformado por siete comunas y seis corregimientos (La Fortuna, El Llanito, El Centro, Ciénaga del Opón, San Rafael de Chucurí y Meseta San Rafael). Barrancabermeja es un importante centro de producción ganadera, aurífera, carbonífera y petrolera. Allí se localiza la mayor refinería del país, recibiendo la denominación de “capital petrolera de Colombia”. Igualmente es un puerto fluvial estratégico y paso obligado de la Ruta del Sol que comunica el centro y norte del país.

Sumado a esto, el municipio ha sido desde los años 40 del siglo pasado receptor de un gran número de familias desplazadas por la violencia. Por otro lado, los movimientos sindicales cuentan con una innegable importancia social e histórica, y un complejo contexto social por la presencia de los grupos al margen de la ley (guerrillas y paramilitares) quienes, interesados en las evidentes riquezas y potencialidades del municipio lo convirtieron en un fortín en disputa.

En los años noventa se advierte un proceso de degradación de las formas de lucha armada por parte de las guerrillas que hicieron presencia en el municipio de Barrancabermeja. A partir de la segunda mitad de este periodo se evidencia con mayor rigor la entrada y posterior asentamiento de los grupos paramilitares en la ciudad, con acciones sistemáticas de ejecuciones extrajudiciales, desplazamientos individuales y colectivos, masacres, desapariciones forzadas. Y es frente al rechazo de este tipo de acciones por parte de la población que se encuentran registros de prensa que registran procesos organizativos alrededor del tema de la paz, organizaciones no gubernamentales como el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio (PDPMM), la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos (CREDHOS), la Organización Feminina Popular (OFP), así como la implementación del laboratorio de Paz por parte de la Unión Europea, en la región del Magdalena Medio (Paz, Territorio y Conflicto Armado en el Magdalena Medio, Ana Maria Dussan Gutierrez).

Oraciones desde colombia

two people face each other in conversation

Esperanza en el colectivo

Todo en colectivo se transforma, todo en colectivo empodera, todo en colectivo se vuelve esperanzador.

A close up side view of a face with blue face painting near the eye

Por qué celebramos el orgullo

Cuando salimos a la calle a celebrar el orgullo, estamos haciendo memoria y creando un lugar en la sociedad para aquellos que por miedo aun no pueden hacerlo.

Ir al contenido