Los incesantes bombardeos, asedio e invasión terrestre de Gaza por parte de Israel, la violencia cada vez mayor de los colonos y las incursiones militares que se están produciendo en Cisjordania en las últimas semanas no pueden dejarnos indiferentes ni en silencio. Al ver las noticias cada día, es evidente con qué facilidad se ha creado y fabricado el perfil de persona «terrorista» palestina, borrando por completo la otra cara de la historia.
El pueblo de Palestina ha sido oprimido durante los últimos 75 años por Israel, quien ha ocupado por la fuerza sus tierras, robando sus hogares y matando a personas inocentes. Los patrones son claros, siempre son las potencias gobernantes de este mundo las que se lavan las manos ante tales actos.
Estos patrones del libro de jugadas colonial hacen que sea fácil establecer conexiones, por ejemplo, con la situación local en Grecia. Es probable que esta agresión provoque una enorme oleada de desplazamientos del pueblo palestino, ya que no tienen ninguna posibilidad de escapar o de viajar de otro modo. Las personas palestinas ya han utilizado rutas migratorias a través de Grecia, y ahora, cuando más personas palestinas han perdido sus hogares, sus empleos y sus familias, seguirán sufriendo la criminalización en los tribunales griegos y de la UE por escapar del genocidio. Personas criminalizadas en su país y criminalizadas en el extranjero, la única retórica que se da a su difícil situación es la de la deshumanización.
En lugar de analizar la raíz del problema, la mayoría de la población mundial, al menos en Grecia, se ha limitado a identificar la lucha palestina con el terrorismo. Pero este pueblo espera su liberación de la ocupación israelí. Una liberación que llevan esperando tantos años para experimentarla. Para poder viajar libremente, para poder caminar libremente por las calles, para no tener miedo de ir a la escuela o al trabajo y a sus familias.
Tenemos que ponernos en pie en apoyo a todas estas personas, y lo haremos, ¡por una Palestina libre!
