En septiembre, se inauguró un nuevo centro de detención de inmigrantes en la isla Egea de Samos. Según las propuestas del gobierno griego, seguirán nuevos centros de detención en las islas de Quíos y Lesbos en el 2022. El gobierno, orgullosamente afirma cumplir las condiciones humanas en el nuevo centro de detención, tales como agua, calefacción, instalaciones de lavandería, una cancha de voleibol, un parque infantil y más. Las personas que viven allí, ingresarán mediante escaneos de huellas dactilares.
Los nuevos centros de detención estarán todos alejados de las áreas residenciales. Aislados. La capacidad total del centro de detención en Samos es de 1,560 personas: 240 menores, 240 personas vulnerables y 960 en el centro de detención asignado para antes de la salida de las personas que esperan ser deportadas a Turquía o a otro lugar.
Los nuevos centros de detención no son más que cárceles. Nadie debería celebrar cuando una prisión abre sus puertas, especialmente cuando esas puertas encarcelan a personas que no han cometido ningún delito más que buscar una vida mejor y más segura. Las condiciones de vida humanas nunca compensarán la necesidad de libertad de todo ser humano. Incluso si Europa construye la jaula de oro, sigue siendo una jaula.
Oremos por el fin de las cárceles; oremos por la libertad.