Durante décadas, la típica historia de personas que migran de México a Estados Unidos ha sido la búsqueda de seguridad económica. Miles de hombres y mujeres han dejado sus hogares para no regresar jamás, ya sea debido a la migración exitosa, la detención o, tal vez, la muerte en el desierto.
Sin embargo, las personas caficultoras de Salvador Urbina, Chiapas, México, ofrecen una historia de éxito de migración inversa. En el 2003, estas personas agricultoras se unieron para formar la Cooperativa de Café Café Justo. Producen café orgánico que es “mejor que el libre comercio”. Con el apoyo de Frontera de Cristo – un proyecto de misión fronteriza presbiteriana de EE. UU. – ellas pueden enviar toda su cosecha al tostador que también poseen en Agua Prieta, Sonora. Allí, el café se tuesta, empaqueta y se vende en todo Estados Unidos y en otras partes del mundo. Debido al éxito de la Cooperativa, les familiares de les agricultores han regresado de los EE. UU. y otres no han sentido la necesidad de migrar. Ahora, las personas integrantes de la próxima generación se han unido a la Cooperativa o se han capacitado para ser personas maestras, enfermeras o abogadas.
Los días 4 y 5 de noviembre del 2022, una delegación de cooperativistas de Salvador Urbina viajó a Agua Prieta para celebrar el 20 aniversario. Muchas personas visitantes y simpatizantes de Café Justo también vinieron a Agua Prieta para escuchar y visitar a les agricultores, disfrutar de la música, participar en talleres, comer mucha, mucha buena comida y beber Café Justo. La semana siguiente, una delegación estadounidense visitó a Salvador Urbina para otra celebración de aniversario.
- Oremos por el éxito continuo de Café Justo.
- Alegrémonos de que les agricultores hayan brindado seguridad económica a sus familias para que no tengan que migrar.
- Lamentemos la muerte de miles de personas migrantes que han muerto en el desierto porque no pudieron proveerles a sus familias en su tierra natal.
- Oremos por un sistema equitativo donde no se criminalice la migración.