Cada año, en el Viernes Santo (la festividad cristiana en la cual Jesús fue crucificado), la Iglesia Católica de la Sagrada Familia y CAME, el refugio para personas migrantes en Agua Prieta, Sonora, México, realizan el «Viacrucis Migrante» o Estaciones de la Cruz para Personas Migrantes. Se inicia en CAME, las personas participantes recorren el vecindario recordando el camino de Jesús hacia su muerte y el camino de las personas migrantes hacia una nueva vida. Por favor únase a nosotres para recitar la oración de apertura dirigida por el Padre Ricardo, quien comenzó diciendo, «Tengamos presente a los y las migrantes que han muerto, los que han perdido un ser querido en la ruta, los que han quedado marcados por la violencia y los que tienen esperanza de vivir en paz con un cielo que los proteja. Unidos con los migrantes decimos:»
Huellas de migrante son las que van dejando por el camino;
Huellas de migrante son los pasos de mujeres, hombres y menores;
Huellas de migrante que marcan sueños de vivir mejor y en paz;
Huellas de migrante que marcan el camino recorrido para otros migrantes;
Huellas de migrante que van huyendo de la violencia en sus tierras;
Huellas de mujer migrante violentadas por el machismo;
Huellas de migrante con memoria de una historia que quedo atrás;
Huellas de migrante marcada por el dolor y la violencia destructora;
Huellas de migrante que se marcan bien para resaltar quién pasó ya;
Huellas de migrante perdida en el desierto y los caminos solitarios;
Huellas de migrante que finalizan en una fosa común;
Huellas de migrante que dejan aroma de pollo con tajadas que comieron;
Huellas de migrante solitario y acompañado;
Huellas de migrante con familiares que buscan vivir en paz;
Huellas de migrante perseguidas por los agentes migratorios y armados;
Huellas de migrante que marcan la diversidad humana y la riqueza cultural;
Huellas de migrante que se borran con el viento y en la memoria de los pueblos;
Huellas de migrante que buscan refugio y albergue seguro;
Huellas de migrante con fe de un Dios que camina a su lado;
Huellas de migrante con lodo, lágrimas y muerte que quedan por la selva del Darién;
Huellas de miles de rostros de migrantes que han pasado estos años en “la 72”, Tenosique;
Huellas de unos 600 mil migrantes que pasan por México cada año;
Huellas de migrante con persecución y sangre en los caminos de los E.E.U.U;
Millones de huellas de migrantes que marcan el drama humano en todo el mundo;
Huellas de migrante que empujan la esperanza de un cielo y una tierra nueva.
Huellas de migrante que aproximan la paz con justicia.
Huellas de migrante como las que dejaron José, María y Jesús al huir de Herodes.