En 2009 la ONU declara que el 22 de abril sea el Día Internacional de la Tierra. Tristemente vivimos en un mundo donde para muchas personas la Tierra es vista como un recurso sin fin para consumir y no reconocida como La Madre, fuente de la Vida que debemos respetar y convivir con ella en armonía. Asignar un día para reconocer la Tierra es un acto simbólico que queda muy corto para lo que necesitamos hacer, para lograr el balance y evitar que no se nos acabe este planeta.
Los procesos comunitarios y organizativos que ECAP Colombia acompaña como El Guayabo, CAHUCOPANA, y la Organización Feminina Popular son procesos que defienden la vida en su totalidad—no solo la humana. Las comunidades campesinas de El Guayabo y el Nordeste Antioqueño hablan de pertenecer a la Tierra y no que la Tierra les pertenece. Cultivan alimentos en parcelas pequeñas que permite que la biodiversidad crezca al lado. Tristemente su derecho de vivir en armonía con la Tierra es constantemente amenazada por grandes intereses económicos que quieren quitarles las tierras a las comunidades campesinas porque al contrario, creen que la tierra es una cosa para abusar y usar hasta que se acabe.
La OFP en su misión de defender los derechos de las mujeres reconocen que la salud es un derecho y promueven una salud integral que integra los remedios naturales que la Tierra nos regala. En su Centro Bionatural Comunera preparan productos para el aseo a base de plantas usando pocos químicos para proteger la salud de las personas que usan el producto y reduce el impacto sobre la tierra. Y cultivan plantas con cualidades medicinales para producir remedios naturales promoviendo tratamientos más saludables a muchos dolores o enfermedades que no requieren remedios químicos.
Oremos para que logremos tomar conciencia de que reconocer la Tierra no sea solo un día de homenaje y más bien algo que hacemos como práctica de cada día como El Guayabo, CAHUCOPANA y la OFP.