Tras décadas de sufrir un abandono continuado y un racismo medioambiental a manos del gobierno provincial de Ontario y del gobierno federal canadiense, el martes 4 de junio, el Jefe Rudy Turtle (Chief Rudy Turtle) de la Primera Nación Asubpeeschoseewagong Netum Anishinabek (‘Grassy Narrows’) presentó una demanda contra el primer ministro de Ontario, Doug Ford, en relación con el envenenamiento por mercurio de su comunidad.
El envenenamiento y la contaminación por mercurio del río que atraviesa ‘Grassy Narrows’ no son recientes, sino que se deben a una fábrica de papel de Dryden, Ontario, que vertió más de 9 toneladas de mercurio en el agua durante los años sesenta y setenta. Desde entonces, el mercurio se ha ido acumulando en los peces, y a medida que las personas integrantes de la comunidad consumen el pescado, las toxinas pasan a ellas. Más del 90% de la comunidad de ‘Grassy Narrows’ sufre ahora síntomas de envenenamiento por mercurio, como temblores, insomnio, perdida de memoria, efectos neuromusculares, cefaleas y disfunciones cognitivas y motoras.
En la rueda de prensa, el Jefe Rudy Turtle exigió rendición de cuentas, después de que los gobiernos hayan violado el Tratado 3 al no proteger el sistema del Río English-Wabigoon y no remediar los daños. «Una y otra vez, el gobierno ha optado por dar prioridad a los beneficios empresariales a nuestra costa. Nuestra pesadilla del mercurio debería haber terminado hace mucho tiempo, pero ha sido más larga y aún peor, debido a que el gobierno no ha cumplido con sus obligaciones».
Judy Da Silva, abuela de ‘Grassy Narrows’ y coordinadora de salud medioambiental de la comunidad, señaló que «en cualquier comunidad no autóctona se les indemniza y se adoptan medidas de emergencia para solucionar el problema. No me sorprende, pero las personas indígenas siempre tenemos que llevar las cosas al límite para que se nos tome en serio. ¿Cuántas veces tengo que decirlo? La gente de ‘Grassy Narrows’ se está muriendo, les niñes tienen enfermedades autoinmunes inducidas por el mercurio, problemas estomacales, afecciones cutáneas y problemas emocionales».
La ‘University of Western Ontario’ (Universidad de Ontario Occidental) publicó el mes pasado un nuevo estudio que sugiere que la contaminación del río en realidad está empeorando. La contaminación continuada de las aguas residuales de la fábrica de papel de Dryden, aunque ya no contienen mercurio, se suma a los niveles existentes que no se han limpiado para crear metilmercurio – un compuesto aún más tóxico.
Oremos para que los gobiernos de Ontario y de Canadá concedan a ‘Grassy Narrows’ la justicia y la indemnización que merecen. Oremos por la fortaleza de las personas organizadoras indígenas en su largo camino hacia la justicia.
