Hace un mes, el presidente estadounidense, Joe Biden, promulgó una orden ejecutiva por la que se denegaba el derecho a solicitar asilo a la mayoría de las personas migrantes detenidas por la Patrulla Fronteriza en Estados Unidos. Evaluar las consecuencias a largo plazo de la nueva orden sigue siendo difícil, pero en ese tiempo, los medios de comunicación han informado de estos acontecimientos:
- Hace una semana, el Departamento de Seguridad Nacional reportó de que la Patrulla Fronteriza detuvo a un 49% menos de personas por cruzar ilegalmente la frontera desde la entrada en vigor de la orden.
A finales de junio, el secretario de seguridad nacional, Alejandro Mayorkas, declaró en Tucson (Arizona) que la nueva política estaba funcionando. De hecho, la media diaria de detenciones durante siete días en el sector de Tucson se redujo de unas 1,200 el 2 de junio a unas 600 el 25 de junio.
Pero la pregunta sigue siendo, ¿es esta orden ejecutiva una forma eficaz de “disuadir” a aquellas personas que realmente podrían calificar para el asilo? Según la ‘Washington Office on Latin America’ (Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos), cada vez que Estados Unidos aplica una política más restrictiva, las aprehensiones de migrantes han disminuido, solo para volver a aumentar a medida que la gente aprende las implicaciones de esa política y cómo funciona realmente.
Además, la ‘American Civil Liberties Union’ (Unión Americana de Libertades Civiles – ACLU, por sus siglas en inglés) ha demandado a la administración Biden por múltiples infracciones de la ley de asilo estadounidense que ponen a las personas solicitantes de asilo en un peligro cada vez mayor.
Desde que se emitió la orden ejecutiva, las personas migrantes que esperan en la ciudad fronteriza de Agua Prieta, Sonora, México, se han sentido confundidas, frustradas y descorazonadas en su intento de solicitar asilo en Estados Unidos. Estas personas están esperando a ser aceptadas en el puerto de entrada de EE.UU., que es un proceso separado de la orden de Biden que se aplica sólo a las personas que han cruzado irregularmente la frontera hacia EE.UU. Antes de la emisión de la orden, cada semana se permitía a una o dos familias presentar su solicitud de asilo. Sin embargo, la última vez que el el puerto de entrada de Agua Prieta aceptó a una familia que solicitaba asilo fue el 26 de mayo – una semana antes de que entraran en vigor las nuevas restricciones. Desde hace dos semanas, estas familias están abandonando Agua Prieta. Familia por familia, han venido al Centro de Recursos para Migrantes (CRM) a despedirse. Ha sido un momento muy triste para las personas migrantes y para las personas voluntarias del CRM. Las familias han perdido la esperanza de encontrar alivio. Sólo quedan unas pocas familias.
- Oremos para que el gobierno estadounidense vuelva a cumplir las leyes nacionales e internacionales de asilo.
- Oremos para que las personas funcionarias del puerto de entrada de Douglas, Arizona/Agua Prieta, Sonora, sean transparentes en sus intenciones de cerrar el puerto a todas las personas solicitantes de asilo o para que vuelvan a admitir familias.
- Oremos para que todas las personas migrantes afectadas por esta orden ejecutiva encuentren un camino a la seguridad.