Durante más de nueve meses la guerra genocida israelí patrocinada por Estados Unidos ha continuado en Palestina. Durante nueve meses, personas de todo el mundo han salido a la calle en sus propios países para exigir que se le ponga fin. En Toronto, las comunidades han participado en manifestaciones, sentadas en las oficinas de nuestros miembros del Parlamento, piquetes en fábricas de armas, interrupción y cierre de actos políticos de recaudación de fondos, bloqueos ferroviarios para impedir el transporte de armas israelíes, cantos en centros comerciales, sentadas en bancos… la lista sigue. Somos una comunidad que se niega a ser silenciada y a ser ignorada.
Tras haber causado impacto, el Estado ha tratado de intervenir, intentando reprimir las acciones que reclaman el fin del genocidio. Desde octubre, en Toronto, más de 70 personas han sido detenidas por mostrar su apoyo a Palestina. Algunas de estas detenciones han tenido lugar en protestas, pero otras se han producido meses después de acciones concretas, en las cuales la policía llamó o tocó la puerta de la gente. El Servicio de Policía de Toronto está tratando de criminalizar a la gente fuera del movimiento, pero no nos detendremos, no descansaremos.
Así que hoy, oremos por energía y resistencia para seguir luchando. Pero, sobre todo, oremos por el fin del genocidio y por una Palestina libre.