Las dos últimas semanas en el Kurdistán Iraquí han sido una de las más mortíferas para la población civil en mucho tiempo. Las operaciones militares turcas mataron a siete personas civiles, entre ellas tres niñes e hirieron a dos personas civiles. Los ataques con drones mataron a la mayoría. Desde principios de año han muerto diecisiete personas civiles, y tres han resultado heridas en operaciones militares turcas dentro del Kurdistán Iraquí.
El trauma de los cielos es una expresión común utilizada por las personas que viven en zonas rutinariamente vigiladas por drones. Les niñes hablan de terror y a frequentemente miran al cielo con miedo. El miedo perpetuo y el hecho de que le arrebaten su cultura y su forma de vida es algo que incide en el sentido del ser humano. Las familias son desplazadas de sus tierras ancestrales sin apoyo ni reconocimiento de la tragedia. Las historias son incontables.
Oremos por las personas sobrevivientes de los atentados y por sus comunidades. Oremos por las víctimas, por sus familias y por sus familiares. Oremos por la protección de la vida de las personas civiles, por su cultura, por su modo de vida y por sus tierras. Oremos por las personas civiles que siguen resistiendo de forma no violenta. Oremos por la paz en el Kurdistán.