Cultivando la solidaridad en medio de la violencia estatal

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A flag flies in front of the Toronto Skyline
Photo: C

Mientras seguimos llorando un año de genocidio contra el pueblo de Gaza, seguimos resistiendo. En todo el mundo, millones de personas se han opuesto a los ataques de Israel contra Gaza y Líbano por medio de manifestaciones, incidiendo y participando en actos de desobediencia civil. Aunque puede ser fácil hundirse en la desesperanza mientras continúa la violencia, nuestras acciones son poderosas.

En el último año, el gobierno canadiense ha cedido a la presión pública y ha realizado importantes cambios de política en relación con Israel. Canadá ha dejado de aprobar permisos de exportación de armas a Israel. La Agencia Tributaria de Canadá ha revocado el estatuto benéfico de varias organizaciones sionistas y está investigando a otras. Les parlamentarios debaten el reconocimiento del Estado palestino. El 20 de noviembre, Canadá rompió por fin un patrón de votos pro-israelíes en las Naciones Unidas al apoyar mociones que condenaban los asentamientos ilegales de Israel y afirmaban el derecho de las personas refugiadas palestinas a sus propiedades. Estos cambios políticos no se habrían producido sin campañas de base sostenidas.

Mientras el gobierno canadiense se presenta como defensor de los derechos humanos, continúa la agresiva criminalización del movimiento de solidaridad con Palestina. Desde octubre del 2023, el Servicio de Policía de Toronto (TPS, por sus siglas en inglés) ha detenido a 97 personas por su participación en acciones de solidaridad. El ‘TPS’ ha utilizado el aumento de los fondos destinados a la investigación de delitos de odio para perseguir a personas activistas pro-palestinas. En lugar de detener a personas que participan en actos de desobediencia civil en manifestaciones o acciones directas, la policía se ha centrado en les organizadores que muestran solidaridad, utilizando estrategias dirigidas a aumentar al máximo la incertidumbre y la ansiedad en sus vidas. A menudo, el ‘TPS’ ha vigilado y acosado a les organizadores durante meses y luego les ha detenido por múltiples cargos.

En muchos casos, el ‘TPS’ ha obtenido órdenes de detención y las ha retenido durante meses para detener a múltiples organizadores inmediatamente antes de las movilizaciones planeadas. (Véase la declaración de ECAP en relación a la detención de la coordinadora de ECAP Canadá, Rachelle Friesen. Los procedimientos legales en su caso continúan). El ‘TPS’ ha detenido a activistas en sus lugares de trabajo y en redadas nocturnas en sus domicilios. Además del trauma de la detención y el estrés económico de los problemas legales, las personas activistas solidarias también suelen sufrir amenazas y acoso por parte de militantes sionistas. Algunas personas han perdido su trabajo.

Afortunadamente, las personas activistas detenidas han formado una comunidad de apoyo muy unida, como Friesen describe en una entrevista con el podcast ‘Blueprints of Disruption’ (Plan de Acción para la Interrupción): recaudación de fondos para los honorarios legales y otros gastos, formación de grupos de apoyo mutuo y asegurarse de que nadie se quede solo después del arresto. Esta comunidad solidaria transforma la violencia del Estado colonial canadiense en un espacio de conexión, sanación y justicia.

Por favor oremos:

  • Por el fin del genocidio en Gaza
  • Por los cambios políticos en los países occidentales que permiten los ataques israelíes
  • Por el desmantelamiento del colonialismo de colonos y el crecimiento de la solidaridad mundial
  • Por el apoyo, la sanación y la valentía de las personas activistas solidarias
  • Por sabiduría y valentía para actuar solidariamente en la medida que le es posible a usted

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