Prácticamente todas las personas que llegan al albergue para migrantes del CAME en Agua Prieta, Sonora, México, son de México, y por lo general escapan de la violencia y la opresión económica en los estados sureños de Guerrero y Chiapas. Llegan a la frontera entre Estados Unidos y México para solicitar asilo en un país que, en su mayoría, los considera étnica, social, lingüística y económicamente inferiores. Aun así, siguen llegando a la frontera por su fuerte sentido de conservación de sí mismas y de la familia. Muchas de estas personas migrantes no ven otra forma de vivir una vida segura o, de hecho, de vivir en absoluto.
Sin embargo, no todos son iguales ni tienen las mismas luchas. Algunas de las personas migrantes mexicanas son también indígenas, y se encuentran en la interseccionalidad de ser migrante y ser indígena. Sufren todas las opresiones de las demás personas migrantes, pero también sufren racismo por su color de piel, normalmente más oscuro, y aislamiento por no hablar español.
La semana pasada, integrantes de ECAP acompañaron a una familia indígena alojada en el CAME al Puerto de Entrada de Estados Unidos para solicitar asilo. La familia de madre y padre jóvenes y un niño de dieciocho meses atado a la espalda de su madre con un rebozo, caminó nerviosa pero valientemente hacia la puerta. Como ya habían intentado entrar en Estados Unidos más al oeste, por Arizona, les agentes del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) les denegaron la entrada por Agua Prieta y les dijeron que utilizaran la aplicación en línea ‘CBP One’ para concertar una cita para entrar por Nogales. Obviamente, les decepcionó que les denegaran la entrada; pero como indígenas, tenían problemas adicionales que superar. La aplicación ‘CBP One’ está diseñada para ser utilizada en un ‘smartphone’ (teléfono inteligente) por personas usuarias hispanohablantes. Esta familia en concreto tiene un español limitado, pero no siempre es así. Además, ni siquiera tenían un teléfono inteligente. La familia regresó a CAME, tuvo acceso a un teléfono inteligente e hizo su solicitud para una cita de asilo en Nogales. Innumerables familias indígenas no son tan afortunadas.
Es abrumador saber por qué orar en una situación tan compleja, he aquí un intento de esas oraciones:
- Oremos por todas las personas migrantes mientras ellas viajan, sin importar su raza, nacionalidad o etnia. Oremos para que tengan valor y conozcan la hospitalidad de los ángeles en su camino.
- Busquemos especialmente bendiciones para los pueblos indígenas, ya que se enfrentan a una opresión adicional por ser quienes son.
- Trabajemos para un tiempo en el cual todas las personas migrantes puedan obtener la ayuda que necesitan.
- Demos gracias por las personas de CAME que dan apoyo a todas las personas migrantes que entran por sus puertas.