El primer día de Ramadán, Ahmad estaba ausente durante la comida de Iftar de la familia Al Atrash. El pasado viernes por la tarde, las Fuerzas Israelíes de Ocupación mataron a tiros a Ahmad en la Ciudad Antigua de Hebrón/Al-Khalil. En lugar de colocar luces y adornos de Ramadán, su familia colgó sus fotos en las paredes de la casa.
Ahmad Al Atrash tenía 29 años. Las autoridades israelíes lo habían puesto en libertad a finales del 2020, tras pasar seis años en prisión. Cuando su familia celebró su liberación, no esperaban que este fuera un momento de despedida para decir un apropiado adiós.
El viernes 1 de abril, las Fuerzas Israelíes de Ocupación dispararon gases lacrimógenos, granadas de sonido y munición real contra las personas manifestantes y las personas jóvenes palestinas, instigando enfrentamientos cerca de la Ciudad Antigua de Hebrón. Durante esta agresiva incursión, un francotirador israelí disparó a Ahmad en la cabeza. La comunidad lo llevó de urgencia al hospital ‘Alia, donde se anunció su muerte poco después.
Me imagino a la persona que tuvo que informar a las personas integrantes de su familia que Ahmad tampoco se unirá a ellas para el Ramadán este año. Pero esta vez es diferente; se ha ido, para siempre. Usted no necesitará ir a su habitación para despertarlo para Suhoor [la comida de la mañana antes del ayuno], usted no tiene que cocinar su comida favorita y usted no tiene que lidiar con sus bromas nunca más.
Solo esta semana, las Fuerzas Israelíes de Ocupación asesinaron a 10 personas palestinas. Muchas agencias de medios afirman que Israel se está defendiendo. Al mismo tiempo, estas agencias apoyan la resistencia del pueblo ucraniano, promoviendo sus derechos para proteger sus tierras y su independencia. En verdad, yo no entiendo cómo estas agencias, países y organizaciones tienen la audacia de apoyar el derecho de resistencia de algunas personas y, al mismo tiempo, apoyan a otro estado colonial y de apartheid.
Puedo estar furioso, y usted también debería estarlo. Nada es demasiado complejo aquí. Es su deber denunciar el racismo y apoyar a las personas que luchan por su libertad y por su vida con integridad.
Oremos por justicia para las vidas que han sido arrebatadas y por la paz para las personas que quedan. Que trabajemos juntes para desmantelar las estructuras del racismo y la violencia, hasta que todas las personas sean libres.
Descansa en Poder, Ahmad.