Las operaciones ‘Claw-Lock’ (Garra-Bloqueo) de las Fuerzas Turcas aterrorizan a las aldeas Kurdas

Equipos y Comunidades de Acción por la Paz - Kurdistán Iraquí y sus socies denuncian la matanza de niñes, daños a personas campesinas y ataques contra aldeas por parte de las Fuerzas Turcas en el norte de Irak bajo los auspicios de la Operación ‘Claw-Lock’ (Garra-Bloqueo)
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Las Fuerzas Armadas de Turquía (TAF, por sus siglas en inglés) lanzaron una nueva campaña militar con el nombre en código ‘Claw-Lock’ (Garra-Bloqueo) dentro del Kurdistán Iraquí el 17 de abril del 2022, con el objetivo de lograr el control militar total sobre la región fronteriza montañosa que abarca aproximadamente 180 km de este a oeste y hasta 15 km al sur de la frontera entre Irak y Turquía. En el último mes, del 21 de mayo al 21 de junio del 2022, las operaciones militares turcas se cobraron la vida de 3 niñes y 2 personas civiles adultas, y causaron daños físicos a 15 personas civiles en el norte de Irak.

‘Claw-Lock’ (Garra-Bloqueo) tiene como objetivo ocupar el 20% estimado de las regiones fronterizas montañosas actualmente no controladas por las Fuerzas Armadas Turcas. La campaña comenzó con bombardeos aéreos masivos y despliegues de tropas de fuerzas especiales hasta 12-15 km al sur de la frontera entre Turquía e Irak en las áreas de Zap y Avashin, que previamente habían sido limpiadas de la población civil. Mientras luchaba contra las personas insurgentes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en esas áreas, el TAF comenzó a realizar ataques con drones dirigidos contra personas integrantes del PKK hasta Kalar, que se encuentra a 280 km al sur de la frontera entre Irak y Turquía.

Dos ataques con drones han resultado en la muerte de personas civiles, incluido un niño.

Un mapa de las regiones del norte de Irak donde Turquía ha causado víctimas civiles, representadas con siluetas rojas para los heridos y siluetas negras para los muertos.
Mapa de bajas de personas civiles de la operación militar turca ‘Claw-Lock’ (Garra-Bloqueo) (junio del 2022).

Las primeras personas civiles asesinadas durante ‘Claw-Lock’ (Garra-Bloqueo) fueron Aram Haji Kaka Khan, de 43 años, y su cuñado de 50, Ismaeel Ibraheem, en la aldea de Tutaqal, 140 km al sur de la frontera entre Irak y Turquía. A las 5:15 am del 21 de mayo, Aram Haji, mukhtar (jefe de Tutaqal), escuchó un ataque aéreo turco en la aldea. Varias horas más tarde, él e Ismaeel se dispusieron a investigar el lugar de las explosiones. Descubrieron a varias personas integrantes del PKK gravemente heridas e intentaron transportarlas a un hospital. Un dron TAF disparó un misil contra su automóvil, matando a Aram, Ismaeel y las demás personas combatientes. Al apuntar a un vehículo civil que transportaba personas civiles y combatientes heridas, las Fuerzas Armadas Turcas cometieron crímenes de guerra. Los dos cuñados fueron sobrevivientes de la campaña genocida de Anfal de Saddam Hussein en la década de 1980, que fue especialmente brutal en el área alrededor de Tutaqal. Tras el incidente del 21 de mayo, ocho de cada diez familias han huido del pueblo por temor a más bombardeos.

El 15 de junio, en el subdistrito de Sinune en Sinjar (Shangal), un dron turco bombardeó la sede de la Unidad de Resistencia de Shangal (YBŞ), una organización relacionada con el PKK. La explosión destruyó y dañó casas cercanas, incluida una librería. En la librería, un niño yazidi de 12 años, Salih Khdir, fue asesinado mientras ayudaba a su padre a cuidar los libros. El abuelo de Salih Khdir y otras ocho personas civiles resultaron heridas en el ataque. El bombardeo turco de un barrio residencial edificado constituye un crimen de guerra. El área del ataque está habitada predominantemente por las personas sobrevivientes del genocidio de ISIS contra la población yazidí del 2014-2015.

Desde el 2018, las Fuerzas Turcas han estado construyendo bases en picos y cordilleras montañosas, desde el área de Sidakan en la frontera entre Irak e Irán hasta Haftanin en Zakho. Entre el comienzo de ‘Claw-Lock’ (Garra-Bloqueo) el 17 y el 25 de abril, la TAF construyó cuatro nuevas bases, dos en Avashin y dos en Zap. El 16 de junio, comenzó la construcción de una nueva base en la montaña Kurazharo sobre Shiladze.

Para facilitar el reabastecimiento y el refuerzo, y fortalecer su matriz de control sobre las áreas ocupadas, el ejército turco también ha desarrollado una red de carreteras que conectan las bases militares y el territorio turco. Desde los emplazamientos de la montaña, la artillería turca comenzó a disparar contra las personas civiles que vivían y trabajaban en las tierras agrícolas de los valles. Los días 15 y 17 de junio, en las regiones fronterizas, las personas soldado turcas hirieron a cinco personas civiles en dos aldeas al dispararles desde sus bases.

El pueblo agrícola de Parakhe se asienta en un valle a 8 km de la frontera entre Irak y Turquía en la región del subdistrito de Darkar. Treinta familias llaman hogar permanentemente a la aldea, y otras regresan a trabajar en su tierra familiar por temporadas. En los últimos dos años, las Fuerzas Turcas han construido dos bases en las montañas que dominan Parakhe. A las 3:49 p.m. del 15 de junio, el granjero Nazir Omer, de 53 años, y su hijo, Mohammad Nazir, de 24 años, estaban regando su huerto de higos y granadas cuando el fuego de artillería de una base turca cercana impacto en la tierra e hirió a ambos hombres. Nazir Omer dijo a ECAP que durante las explosiones se desmayó y se despertó en un hospital de Zakho con dos heridas de metralla en la espalda. Sus familiares rescataron a los hombres inconscientes y los llevaron de urgencia al hospital en Zakho. Mohammed había sufrido una herida de metralla en la palma de su mano.

dos personas con uniformes de ECAP se sientan al lado de la cama de una persona herida, debajo de una manta gruesa.
Equipos y Comunidades de Acción por la Paz (ECAP) visitando a Nazir Omer en el hospital de emergencia de Zakho, 17 de junio del 2022

Desde su cama de hospital, Nazir Omer le dijo a ECAP que en octubre del 2021, alrededor de 150 personas soldado turcas descendieron sobre Parakhe desde su base recién construida arriba. Las personas soldado fueron de casa en casa, advirtiendo a las personas residentes que si colaboraban con el PKK, dispararían contra el pueblo.

Kovan, Hishyar y Farhad, los padres de les niñes que fueron asesinades y heridos del ataque del 26 de mayo sosteniendo teléfonos con fotografías de Yousif y Avand, Shiladze, 16 de junio del 2022. Si bien las personas residentes de Parakhe afirmaron que las personas integrantes del PKK no operan en el pueblo, ellas han informado que escucharon dos proyectiles de artillería aterrizar alrededor de Parakhe en los meses anteriores al reciente ataque. El bombardeo del 15 de junio fue el primer bombardeo dirigido directamente a la aldea, y Nazir Omer y Mohammed fueron los primeros residentes de Parakhe en resultar heridos. Además de cometer un crimen de guerra al atacar directamente a personas civiles, ECAP-KI teme que el ejército turco intente presionar a les habitantes de Parakhe para que abandonen sus hogares y sus tierras creando un paisaje «limpio» de población civil alrededor de las bases militares turcas. Esta práctica se ha observado en áreas adyacentes a decenas de bases a lo largo de las regiones fronterizas. Tales desplazamientos forzados de personas civiles y restricciones en el acceso a los medios de vida son violaciones del derecho internacional humanitario.

A las 17:10 horas del 17 de junio, personas soldado turcas dispararon múltiples ráfagas de ametralladoras pesadas contra personas civiles en las tierras de la aldea de Kesta. Ubicada en el subdistrito de Kani Masi, distrito de Amedi, la Kesta está a 9 km al sur de la frontera entre Turquía e Irak. Las personas heridas eran tres mujeres locales, Kazhin Taha Saeed, de 28 años, Nazira Abdulstar Ahmad, de 49 años, y la nuera de Nazira, Fawzya Diyar Omer, de 24 años, quienes disfrutaban de un picnic el viernes. Los disparos procedían de una base turca en la montaña Zneri Kesta con vistas a Kesta. Después de construir la base en abril del 2021, el ejército turco comenzó a disparar repetidamente contra la aldea, lo que obligó a toda su población a desplazarse. En el 2022, algunas familias comenzaron a regresar para atender o visitar sus fincas abandonadas.

El 26 de mayo, un desfile de 1,000 personas, originarias de Zewe Sery, se reunió en la ciudad de Bamarne en el distrito de Amedi. Fue la primera vez en tres años que las personas antiguas residentes y sus familiares pudieron celebrar su festival—un evento anual para reunir a las familias de Zewe Sery que se vieron obligadas a desplazarse en la década de 1990 debido al conflicto entre Turquía y el PKK.

A última hora de la tarde, tres niños jugaban al fútbol, a la orilla de la reunión. Sin previo aviso, al menos tres proyectiles de mortero explotaron en rápida sucesión a metros de los niños. Yousif Kovan, de 13 años, y Avand Hishyar, de 11, fueron asesinados. Sipan Farhad, de 8 años, resultó gravemente herido.

Tres personas se paran mirando a la cámara. Dos de ellos sostienen teléfonos celulares, con la pantalla frente a la cámara.
Kovan, Hishyar y Farhad, los padres de los niños muertos y heridos del ataque del 26 de mayo mostrando sus celulares con fotografías de Yousif y Avand, Shiladze, 16 de junio del 2022.

Según la narrativa de la ‘Kurdistan Region’s Directorate General of Counter Terrorism’s’ [Dirección General de Lucha contra el Terrorismo (CTD, por sus siglas en inglés)] de la región del Kurdistán, la cual fue ampliamente compartida por los medios de comunicación de los partidos políticos, los morteros fueron disparados por el PKK. Sin embargo, el análisis del lugar del ataque y de las pruebas recopiladas por ECAP-KI indican que las Fuerzas Armadas Turcas son la parte responsable. Los familiares de los niños asesinados informaron a ECAP-KI que escucharon drones sobrevolando la multitud durante el día. La proximidad de la reunión (800 m) a la gran base militar turca en Bamarne y la precisión balística de las municiones combinadas con la vigilancia con drones sugieren que la reunión fue deliberadamente fijada como objetivo a medida de advertencia o con efectos letales. Además, la montaña Metina, la supuesta posición de tiro del PKK, está bajo el control de las fuerzas militares turcas y del Gobierno Regional del Kurdistán.

Desde el 2015, las Fuerzas Armadas de Turquía han matado a 129 personas civiles y herido a 180 personas civiles en el norte de Irak. ‘Claw-Lock’ (Garra-Bloqueo) es otra en una sucesión de operaciones militares turcas que han provocado la muerte y el desplazamiento de la gente de esta región.

Equipos y Comunidades de Acción por la Paz – Kurdistán Iraquí, junto con les socies de la campaña internacional ‘End Cross Border Bombings’ (Fin a los Bombardeos Transfronterizos) denuncian cada muerte y el daño que las Fuerzas Armadas Turcas han causado a las personas civiles.

¡Protegan la vida de las personas civiles! ¡Devuelvan la vida a las regiones fronterizas!; ¡Permitan que las personas civiles regresen a sus aldeas!

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