El martes 4 de junio, el presidente estadounidense Biden emitió una orden ejecutiva que cerraría de hecho la frontera entre Estados Unidos y México a las personas que intenten entrar al país sin la documentación adecuada. Esta orden crea un umbral de una media de 2.500 cruces diarios, lo que significa que el derecho de circulación de una persona no viene determinado por la solidez de su solicitud, sino por unos límites arbitrarios. Biden ha eliminado la vía de migración por la que las personas cruzan el muro fronterizo de forma irregular hacia Estados Unidos y luego solicitan asilo y permanecen en el país a la espera de una cita con el tribunal y una audiencia de asilo. En su lugar, la orden exige a la Patrulla Fronteriza que devuelva inmediatamente a estas personas a México.
El miércoles por la mañana, las personas que esperaban en Agua Prieta, Sonora, para entrar a EE.UU. a través del puerto de entrada en Douglas, Arizona, estaban preocupadas y temían que ninguna de ellas fuera admitida para presentar su caso de asilo. Sin embargo, la persona que dirige el albergue para migrantes CAME, acompañada por otra persona voluntaria de ECAP en la Frontera, explicaron a los migrantes que la nueva orden ejecutiva sólo se aplicaba a las personas que entraban ilegalmente en EE.UU. y eran detenidas por la Patrulla Fronteriza. La orden no afectaba al proceso de las personas que esperaban entrar por un puerto o a las personas que utilizaban la aplicación CBP One para programar una audiencia de asilo. Sin embargo, una semana después de la emisión de la orden, la realidad en la frontera ha cambiado para todos. Las personas que trabajan como funcionarias de aduanas de EE.UU. han ralentizado significativamente el proceso para aceptar a quienes están esperando la entrada a través del puerto de entrada en Douglas/Agua Prieta.
El Consejo Estadounidense de Inmigración publicó un comunicado en respuesta a la orden ejecutiva, expresando su preocupación por las causas profundas de la acción de respuesta a la migración. «Mientras la política fronteriza de Biden siga centrada en castigar a quienes cruzan la frontera en lugar de reconocer los beneficios que las y los inmigrantes aportan a nuestro país, y sin nuevas medidas del Congreso, seguiremos viendo sufrimiento, caos y desorden en nuestro sistema de inmigración», declaró el Consejo.
En los últimos días, varias familias que fueron expulsadas bajo la nueva orden han estado llegando al Centro de Recursos para Migrantes (CRM) en Agua Prieta. El consulado mexicano en Douglas ha notificado a la persona que dirige CAME sobre los migrantes que intentan entrar a los EE.UU. desde Altar y Caborca en Sonora, México. La Patrulla Fronteriza está transportando a estas personas varias horas al este para deportarlos a Agua Prieta.
En este estado actual de incertidumbre, los sistemas de apoyo a los y las migrantes en Agua Prieta se enfrentan a dos incógnitas. Primero, ¿cuántas familias expulsadas llegarán? Y segundo, ¿llegarán más familias a Agua Prieta en un intento de ser aceptadas a través del puerto de entrada?