Ha llegado el Ramadán. Yo esperaba que este año trajera buenas noticias para mi ciudad, mi patria, y un poco de libertad. No sé qué significa la libertad para ustedes, pero para mí, como musulmana que observa el Ramadán, lo significa todo. Significa reunirme con mi familia para el Iftar sin miedo. Significa rezar en paz sin que la amenaza del peligro invada mi hogar.
La segunda noche del Ramadán, a las 11 de la noche, personas soldado israelíes irrumpieron en nuestra casa sin previo aviso. Yo estaba en la cama, intentando dormir, mientras mi madre y padre dormían profundamente. Unos instantes después, ocho personas soldado irrumpieron en la casa. Nos ordenaron que nos reuniéramos en el salón. Cuando mi hermana intentó evitar a nuestres ancianes madre y padre el susto de despertarse, una de ellas gritó: «¡Todes a la misma habitación!». Nosotres cumplimos. Ellas interrogaron a mi padre sobre cuántos hijos e hijas tenía, comprobando su DNI junto con el de mi hermano. Luego registraron nuestra casa. Antes de irse, una de ellas, con tono distante, dijo: “Gracias, Ramadán Mubarak”.
Esas palabras, pronunciadas fríamente con aire de control, no han salido de mi mente. ¿Cómo se espera que nosotres, como personas palestinas, vivamos esto, que nos adaptemos a esta realidad? Las restricciones se están endureciendo en torno a la Mezquita de Ibrahimi. Las personas devotas, independientemente de su edad, se encuentran ahora contando minuto tras minuto, esperando a que se les conceda permiso para rezar, buscando la aprobación de un derecho que nunca debería serles arrebatado. En cuanto a la Mezquita de Al Aqsa, entrar en ella se ha convertido en un sueño lejano; no se permite la entrada a ninguna persona musulmana menor de 50 años, nuestro derecho al culto dictado por nuestra edad.
Espero que para el próximo Ramadán, yo, como persona palestina, pueda visitar libremente Al-Aqsa sin permisos, sin restricciones, sin necesitar el permiso de una fuerza de ocupación para practicar mi fe.
Oremos por las libertades que usted tiene, aprécielas porque perderlas es doloroso. Rezad por un mundo lleno de paz y por las almas que perdieron la vida en pos de la libertad. Rezad para que con el próximo Ramadán llegue la tan esperada libertad que anhelamos.