Hace casi dos meses que el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, por sus siglas en inglés) anunció su intención de disolver su estructura organizativa y poner fin a todas las actividades realizadas bajo el nombre del ‘PKK’. Esta medida responde al llamamiento a la paz hecho por el líder encarcelado del ‘PKK’, Abdullah Öcalan, a finales de febrero, seguido de la declaración de un alto el fuego unilateral en marzo.
Mientras prosiguen las meditaciones, las conversaciones y las negociaciones de paz entre el Estado turco, el ‘PKK’ y otras partes interesadas, los ataques y operaciones militares turcos se han mantenido constantes—aunque cada vez más concentrados en zonas específicas—incluso cuando se acerca una ceremonia de desarme este viernes 11 de julio, durante la cual se espera que varios combatientes del ‘PKK’ depongan las armas.
A pesar de la evolución de la paz, los ataques militares turcos se han mantenido constantes y concentrados—aunque, notablemente, no se ha informado de víctimas civiles—desde su aumento en mayo. En junio, los bombardeos y los ataques aumentaron sólo un 8% respecto al mes anterior, pero siguen superando los niveles observados antes del alto el fuego. Cabe destacar que el 98% de los ataques y bombardeos se produjeron en la gobernación de Duhok, concretamente en el Distrito de Amedi, lo que supone un marcado contraste con años anteriores, en los que las ofensivas turcas estaban más dispersas geográficamente. Por primera vez este año, no se registraron ataques con helicópteros. Entre el 1 y el 30 de junio, se documentaron al menos 550 bombardeos y ataques en el Kurdistán Iraquí—la mayoría en la gobernación de Duhok y en el Distrito de Amedi—con sólo nueve bombardeos de artillería registrados por las Fuerzas Armadas Turcas (TAF) en el Distrito de Sidakan de la gobernación de Erbil. Estos incidentes incluyeron 525 bombardeos de artillería y 25 ataques aéreos.

Las actuales acciones militares parecen alinearse con el objetivo estratégico de Turquía de establecer una zona tampón e impedir cualquier presencia del ‘PKK’ o de personas civiles cerca de las zonas bajo su control. Este enfoque concentrado puede, en parte, atribuirse a la dinámica actual del proceso de paz, así como a la importancia estratégica y simbólica de la Montaña de Gara, que ha servido durante mucho tiempo como base clave de operaciones y movimiento para el ‘PKK’.
Además, a pesar del proceso de paz en curso, los continuos ataques turcos contra aldeas del Distrito de Amedi—particularmente en el Subdistrito de Deraluk—han provocado la quema de cientos de dunams de tierras agrícolas y de viñedos. En repetidas ocasiones se ha impedido a las personas aldeanas extinguir los incendios. Entre el 24 y el 29 de junio, las fuerzas turcas también deforestaron partes de las zonas de Zap y Matina, exportando la madera cosechada a Turquía.
Mientras tanto, el 16 y el 24 de junio, el ‘PKK’ lanzó cuatro ataques suicidas con drones contra bases militares turcas en Sgire, declarando que los ataques eran actos de autodefensa en respuesta a las operaciones militares turcas en curso durante el proceso de paz. Desde principios de año, se han registrado 1,678 ataques y ataques militares de las Fuerzas Armadas Turcas (TAF) dentro del Kurdistán Iraquí. Estos incidentes consistieron en 1,232 bombardeos de artillería y 397 ataques aéreos con aviones de combate y drones, 43 ataques con helicópteros, 5 incidentes con armas ligeras y 1 incidente con artefactos explosivos. Además, se registraron 1,484 ataques en la gobernación de Duhok, 140 en la gobernación de Erbil, 54 en la gobernación de Sulaymaniya y ninguno en la gobernación de Nínive. Además, ha habido nueve personas víctimas civiles, tres muertas y seis heridas.