Grassy Narrows lidera la oposición al vertido de residuos nucleares

Mientras Canadá acelera el desarrollo económico a expensas de la soberanía indígena, Grassy Narrows y otras comunidades indígenas están tomando posición para decir “NO” al vertido de residuos tóxicos en sus tierras.
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People speaking at a rally

En el norte de Ontario, a orillas del Gran Lago llamado Lago Superior (Lake Superior en inglés) — Gichigami (Gran Mar) o Anishinaabewi-gichigami (el Gran Mar del pueblo Anishinaabe) en Anishinaabemowin — algo más de 100,000 personas tienen su hogar en la ciudad de ‘Thunder Bay’ (Bahia de Trueno). ‘Thunder Bay’ tiene una reputación en Canadá por ser un lugar de violencia colonial y racial, con la tasa más alta del país de asesinatos de personas indígenas. En un caso infame ocurrido en el 2017, un colono blanco de 18 años, Brayden Bushby, mató a Barbara Kentner, una mujer indígena, lanzándole un enganche de remolque desde un vehículo en movimiento. Kentner murió el mismo día del funeral de Marlan Chookomolin, un hombre indígena de 25 años que fue encontrado muerto a golpes en un sendero en el extremo norte de la ciudad; ninguna persona fue acusada por su muerte. La policía inicialmente solo acusó a Bushby de agresión agravada. Tras meses de incidencia por parte de las personas en el liderazgo indígena, los cargos contra Bushby se elevaron a homicidio en segundo grado, pero posteriormente se rebajaron a homicidio involuntario. Este resultado provocó indignación y protestas en las comunidades indígenas de ‘Thunder Bay’ y de toda la región.

Sin embargo, aunque ‘Thunder Bay’ es un lugar de violencia y opresión colonial, también es un lugar de resistencia indígena. El 4 de julio, en esta pequeña ciudad, personas integrantes de Asubpeeschoseewagong Anishinabek (Primera Nación de ‘Grassy Narrows’) y de las comunidades indígenas de los alrededores organizaron una marcha en la que participaron más de 400 personas para exigir que no se vertieran residuos nucleares en el territorio del ‘Treaty 3 territory’ (territorio del Tratado 3). La marcha se celebró tras una velada dedicada a fomentar el espíritu comunitario, con la proyección de una película, una discusion y una actividad artística para apoyar la protesta. 

Por qué ‘Grassy Narrows’ dice “NO” a los residuos nucleares

La industria nuclear canadiense lleva décadas produciendo residuos nucleares altamente radiactivos. En busca de una solución fácil para deshacerse de los residuos, la ‘Nuclear Waste Management Organization’ (Organización para la Gestión de Residuos Nucleares, NWMO, por sus siglas en inglés) ha propuesto enterrarlos en el noroeste de Ontario, lejos de la densamente poblada región del sur de Ontario, donde se encuentran la mayoría de los reactores nucleares de Canadá. El emplazamiento propuesto se encuentra entre las localidades de Dryden e Ignace, río arriba de numerosas comunidades indígenas, entre ellas ‘Grassy Narrows’. La ‘NWMO’ espera transportar y enterrar más de 132,000 toneladas de residuos nucleares en el territorio del Tratado 3. Este enfoque de “ojos que no ven, corazón que no siente” podría tener efectos desastrosos no solo para las comunidades indígenas, sino para todas las comunidades que viven a lo largo de la ruta de transporte.

La mayor parte de estos residuos nucleares provendrían del este de Canadá y se transportarían por ferrocarril o por carretera. ¿Qué pasará si un tren que transporta residuos altamente radiactivos descarrila? ¿Qué pasará si un camión de transporte sufre un accidente? Aún quedan preguntas sin respuesta sobre lo que sucederá una vez que se entierren. ¿Cuándo comenzarán los contenedores a erosionarse y filtrarse en la tierra y en el agua? Aunque esperamos que esto no suceda y que los residuos se supervisen de cerca para evitarlo – o al menos detectarlo rápidamente – en cuanto a los incidentes, los 60 años de continua intoxicación por mercurio que ha sufrido la población de ‘Grassy Narrows’ no sientan un precedente optimista.

Compromiso con la resistencia

Tanto el gobierno provincial de Ontario como el gobierno federal están acelerando la tramitación de leyes – Proyecto de Ley 5 de Ontario y el Proyecto de Ley federal C-5 –que dan prioridad al desarrollo económico acelerado a expensas de la soberanía indígena y de la salud medioambiental de las comunidades indígenas. Es evidente que el gobierno y la industria no consideran las tierras indígenas como ecosistemas vitales, sino como recursos que se pueden extraer y terrenos baldíos donde verter residuos tóxicos. Comunidades como ‘Grassy Narrows’ siguen manteniendo su postura y diciendo “NO”. Mientras el gobierno trata las tierras indígenas como mercancías y a los pueblos indígenas que las habitan como prescindibles, las personas en el liderazgo y las comunidades indígenas se han comprometido a resistir.

Las personas integrando a los Equipos y Comunidades de Acción por la Paz se sienten honradas de estar al lado de estas comunidades. El 4 de julio del 2025, las personas integrantes de ECAP se unieron a la marcha en ‘Thunder Bay’ para decir “NO” al vertido de residuos nucleares en el Tratado 3.

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