El 11 de julio, el ‘Kurdistan Workers’ Party’ (Partido de los Trabajadores de Kurdistán, PKK, por sus siglas en inglés) celebró una ceremonia simbólica para marcar el inicio de su proceso de desarme, en la que varias personas integrantes quemaron públicamente sus armas, más de cuatro meses después de anunciar su intención de desarticularse. Esta decisión se tomó tras el llamamiento a la paz realizado por el líder encarcelado del ‘PKK’, Abdullah Öcalan, a finales de febrero, al que siguió un alto el fuego unilateral declarado en marzo.
Con el inicio del desarme y las negociaciones de paz en curso, así como los esfuerzos de implementación, los ataques militares turcos disminuyeron drásticamente – en un 97 % en comparación con el mes anterior— lo que representa un cambio significativo y la primera reducción de este tipo en mucho tiempo. Sin embargo, a pesar de este descenso, las fuerzas turcas lanzaron una nueva operación terrestre el 29 de julio y continuaron con actividades militares que obstaculizaron la circulación de la población civil y causaron daños a las tierras agrícolas.
Entre el 1 y el 31 de julio, se documentaron al menos 18 bombardeos y ataques aéreos en el Kurdistán Iraquí, lo que supone un fuerte descenso en comparación con los meses anteriores. La mayoría de los incidentes se produjeron en la provincia de Duhok, concretamente en el Distrito de Amedi. Este total incluye 17 bombardeos de artillería, todos ellos concentrados en Amedi, y un ataque con drones registrado en Penjwen, en la provincia de Sulaymaniyah, el primer incidente con drones registrado desde el anuncio del alto el fuego.
El 19 de julio, un supuesto dron suicida iraní atacó un Toyota Hilux en Shiwa Gwezan, situado en el subdistrito de Germik, en Penjwen, provincia de Slemani. Según los informes, el ataque causó la muerte de una persona integrante del ‘Kurdistan Free Life Party’ (Partido por una Vida Libre en el Kurdistán, PJAK) e hirió a otra persona. Tras el ataque, las ‘Eastern Kurdistan Units’ (Unidades del Kurdistán Oriental, YRK) – el brazo armado del ‘PJAK’ – afirmaron que el vehículo había sido alcanzado por un dron suicida iraní. Las personas que fueron testigos presenciales entrevistadas por ECAP describieron el vehículo como una Toyota Hilux que transportaba a dos individuos armados y todos confirmaron que un dron impactó contra el vehículo, permaneció sobre la zona brevemente y luego se alejó. Además, las fuerzas de seguridad locales de Penjwen informaron que no se recuperaron restos del dron, lo que pone en duda la afirmación de que se tratara de un dron suicida.
Además, no se han registrado casos de uso de drones por parte de Irán en las zonas fronterizas de la provincia de Slemani; solo se han documentado bombardeos de artillería. Por lo tanto, es muy probable que se tratara de un dron turco. El ataque también provocó incendios en las tierras agrícolas circundantes, que las personas civiles locales tardaron aproximadamente cinco horas en extinguir.
El 22 de julio, las personas residentes de la aldea de Dargale Musa Bage, situada en el subdistrito de Kani Mase, en Amedi, provincia de Duhok, intentaron regresar a sus hogares y tierras de cultivo tras haber sido desplazados desde junio del año anterior. Sin embargo, las personas soldado turcas estacionadas en la zona les impidieron el acceso. Según informes locales, las personas soldado provocaron incendios alrededor del perímetro de la aldea, que se extendieron rápidamente a las aldeas de Dargale Musa Bage, Miska, Bave, Shilaza, Blizane y Qasrok. Los incendios causaron daños importantes y las personas residentes locales tardaron casi dos días en extinguirlos.
El 29 de julio, Turquía lanzó una operación terrestre en el distrito de Batifa, perteneciente a la administración de Zakho, en la provincia de Duhok, en la que participaron aproximadamente 250 personas soldado. La operación estaba dirigida a las aldeas de Shilin, Shilane, Banke, Lehvane, Avlahe y Pirbila. En la montaña Siara Sttawre, las fuerzas turcas establecieron una nueva base militar. Se ordenó a las personas residentes que permanecieran en sus casas y se prohibió el acceso a estas aldeas. Las fuerzas turcas llevaron a cabo operaciones de búsqueda en la zona con el objetivo de rescatar a dos agentes de la ‘Turkey’s National Intelligence Organization’ (Organización Nacional de Inteligencia de Turquía, MIT). Según se informa, fueron retenidas por el ‘PKK’. Una de las personas agente fue rescatada con vida, mientras que la otra fue hallada muerta. A pesar de la operación, las fuerzas turcas no se han retirado de la nueva base y continúan su presencia en la zona.
Desde principios de año, se han registrado 1,696 ataques y bombardeos militares por parte de las Fuerzas Armadas turcas en el Kurdistán Iraquí. Estos incidentes consistieron en 1,249 bombardeos de artillería, 398 ataques aéreos con aviones de combate y drones, 43 ataques con helicópteros, 5 incidentes con armas pequeñas y 1 incidente con artefactos explosivos. Además, se registraron 1,501 ataques y bombardeos en la provincia de Duhok, 140 en la provincia de Erbil, 55 en la provincia de Sulaymaniyah y ninguno en la provincia de Nínive. Además, se han contado nueve personas víctimas civiles, tres muertas y seis heridas.
En general, los datos indican que los elementos del proceso de paz de julio han contribuido a una reducción significativa de los bombardeos y ataques. Sin embargo, las fuerzas militares turcas no se han retirado de las zonas en disputa, sino que siguen estableciendo nuevas bases militares, impidiendo a las personas civiles regresar a sus tierras desplazadas y afectando negativamente a los medios de vida de la población civil.