Una mano detrás de la espalda y la otra agarrando la muñeca. Cuando alguien se encuentra con gente caminando en Palestina, comienza a notar esta pose habitual. Ocurre en todas las edades y géneros, pero predominantemente entre hombres adultos mayores.
Como palestine de Cisjordania y estudiante de psicología, nunca le presté mucha atención a la manera en que personas palestinas a mi alrededor sostienen sus manos, aun cuando también yo lo he hecho, inconscientemente. Recientemente, comencé a observar cómo coloco mis manos cuando duermo, como si estuvieran amarradas sobre mi cabeza, resultado de las experiencias traumáticas siendo detenido en dos oportunidades por las Fuerzas Israelíes de la Ocupación.
Mientras estaba en patrullajes con ECAP, comencé a notar este patrón en la postura de las manos de las personas palestinas. Un día, mientras pasé junto a un muro de apartheid en la antigua ciudad de Al-Jalil/Hebrón— un muro que veo todos los días—Comencé a reflexionar más profundamente sobre algunas cosas que estaba viendo en frente mío: Una cita: “Haga el amor, no muros”, la bandera palestina, un dibujo de Handala.
Ese día, el niño palestino Handala cobró vida en mí.
Handala es una ilustración creada por el artista Naji al-Ali, que desde entonces se ha convertido en un símbolo retratado en cada persona palestina. Si alguien camina por la antigua ciudad de Al-Jalil/Hebrón verá una docena de personas palestinas sosteniéndose las manos de la misma manera. Al-Ali explicó que la expresión de las manos de Handala’s es un rechazo de las políticas de los EE UU para resolver el asunto palestino en los años 70s. Para les palestines, “Handala, el niño refugiado presente en cada caricatura, permanece como un símbolo potente de la lucha del pueblo palestino por la justicia y la autodeterminación.” [Handala]
Para reflejar el significado de la postura de nuestras manos en esta forma tan inconsciente, me reuní con personas locales para discutir con elles su entendimiento de este ademán. Una de las personas tenderas en la ciudad antigua dijo que “quizás esto es algo relacionado con la restricción y el cautiverio en el que estamos. Es sin duda algo inconsciente, pues no tenemos control o poder sobre nada de lo que tenemos, necesitamos pedir permiso para todo”. En conversación con otra tendera, ella dijo: “ He visto a las personas sostener las manos como lo indicas muchas veces, muchas veces son mujeres quienes lo hacen”. Sostener sus manos detrás de la espalda significa que la persona se siente sola o que ella o él quiere que alguien le brinde apoyo, mientras si sus manos están en su estómago, esto indica que necesitan calmarse o bajar su nivel de estrés, como cuando yo lo hago durante las incursiones de los colonos que pasan cada sábado en la antigua ciudad de Al-Jalil/Hebrón”.
No pude evitar preguntarme si aún ponemos nuestras manos así porque todavía rechazamos las políticas de los EE UU contra Palestina, o si se ha desarrollado otro significado que refleja nuestro cautiverio interno en el área ocupada.
Mientras conversaba con un transeúnte, él dijo: “Yo [se para de esa forma] y mi padre lo hace también”. Pero, ¿Sus futures hijes lo harán también? Fakher Khalili, un profesor de psicología en An-Najah National University ofrece este análisis: “Cuando Naji al-Ali creó el ícono de Handala no lo inventó de la nada. Lo pintó como el comportamiento normal de cuando una persona está confundida, sin esperanza, esperando dubitativa, pero no está solo relacionado con Naji al-Ali. Ha existido entre la generalidad de las personas”. Khalili agregó, “la posición de las manos es común en el área, especialmente en Jordania.” Esto se espera porque el número de personas palestinas que viven en Jordania asciende ahora a cuatro millones de un total de diez millones de habitantes.
Si un día ya no estamos en ocupación y oprimides, ¿Mantendremos esta postura de nuestras manos? Y, ¿Handala se mantendrá con vida, o morirá? Pero mientras no seamos libres Handala siempre estará vivo y nos acompañará en nuestra lucha.