La ciudad de Toronto está librando una guerra contra las personas pobres, llevando a cabo violencia y abusos directos contra la clase trabajadora y las comunidades sin hogar a través de políticas y prácticas que continúan manteniendo estructuras coloniales, carcelarias y racistas. La Red de Solidaridad en Isla Tortuga de ECAP (RSIT), en coalición con varies otres organizadores en Toronto, se está movilizando para hacer que la ciudad rinda cuentas.
La RSIT se creó en el 2018, como una red de personas reservistas de ECAP en la Isla Tortuga las cuales se movilizan por la solidaridad indígena en una variedad de comunidades diferentes. La RSIT ha enviado equipos de acompañamiento al territorio de Wet’suwet’en y a los campamentos de resistencia de la Línea 3 y ha estado apoyando a Chích’il Bił Dagoteel (‘Oak Flat’) y a ‘1492 Land Back Lane’. Más recientemente, Rachelle Friesen, coordinadora de ECAP RSIT, ha estado involucrada en la organización de actividades para combatir la pobreza en el lugar donde tiene su sede en Toronto.
En el centro del trabajo de solidaridad indígena está la descolonización. Esto a menudo se entiende como ‘recuperación de la tierra’ y la soberanía de las políticas coloniales residuales que existen en los aspectos económicos, legales y culturales de los gobiernos actuales. Pero para lograr la descolonización por completo también debemos desmantelar el capitalismo, ya que el sistema de clases actual es una fuerza impulsora de la opresión de muchas identidades interseccionales. Como argumenta el activista y académico Métis Howard Adams en ‘Prison of Grass’, la solidaridad indígena y la organización anticapitalista deben ir de la mano. ECAP ha encontrado esencial apoyar a las personas sin hogar y de clase trabajadora; como una forma de deconstruir el sistema colonial.
Por lo tanto, ECAP ha estado trabajando junto con una coalición de organizadores en Toronto que se resisten a las políticas coloniales y se solidarizan con los pueblos indígenas y con las personas sin hogar. Este trabajo ha incluido el apoyo a los campamentos y realizando actividades de organización junto con las personas residentes que viven en hoteles refugio.
Para abordar las necesidades de vivienda durante la pandemia, la ciudad de Toronto abrió hoteles como una forma de brindar a las personas sin hogar una opción más segura de refugio. Varios hoteles fueron reutilizados para este uso—pero ahora, incluso cuando la pandemia continúa y el número de infecciones está aumentando—la ciudad ha optado por cerrar los refugios hoteleros. Uno de estos refugios es el Hotel Novotel, ubicado en 45 Esplanade, el cual ha albergado a cientos de personas y que cerrará el 6 de diciembre del 2022.
Gord Tanner, el gerente general de la ‘Toronto’s Shelter Support and Housing Administration’ (Administración de Apoyo de Refugio y Vivienda de Toronto), anunció que todas las personas residentes recibirán un plan de reubicación individualizado que considera las necesidades de las personas residentes y de la comunidad. Sin embargo, tales planes no existen. Si bien a algunas de las personas residentes se les ha dado vivienda desde el anuncio del cierre, muchas personas residentes están siendo expulsadas sin ningún consentimiento sobre sus condiciones de reubicación.
‘Homes First’, una organización benéfica que administra el Refugio Novotel, no ha proporcionado ninguna información sobre los planes de reubicación individualizados de las personas residentes. Friesen ha estado abogando junto a las personas residentes que sufren este maltrato. “Algunas de estas reubicaciones están ocurriendo a medianoche; las personas residentes han recibido golpes en la puerta después de la medianoche y les dicen que tienen 30 minutos para empacar sus cosas porque están siendo reubicadas”, comentó. “No se les da la opción de negar o rechazar su reubicación, porque si las personas residentes eligen la calle en lugar del plan de reubicación, no tienen dónde colocar sus pertenencias ya que los casilleros de almacenamiento cierran a las 6 p. m.”.
Las personas residentes de Novotel tienen una lista de demandas que se pueden encontrar en-línea como ‘Voices of the Novotel’ (Voces de Novotel). El hotel debe permanecer abierto hasta que las personas residentes puedan asegurar una vivienda permanente. Toronto es una ciudad con más de 10,000 personas sin hogar, mientras que al mismo tiempo más de 60,000 unidades de condominio están vacías. No hay razón para que alguien viva en la calle.
Incluso antes del anuncio del cierre, las personas residentes le dijeron a ECAP sobre el ciclo de abuso masivo que ocurre bajo la administración de ‘Homes First’, que incluye intoxicación alimentaria, acoso sexual por parte del personal y otras personas residentes, y el desalojo de personas residentes sin ningún motivo legítimo y sin un proceso de apelación adecuado.
“Es completamente inaceptable”, dice Friesen. “Lo que estamos viendo es una criminalización sistemática de las personas sin hogar a través del sistema de albergues, como una extensión del sistema penitenciario. Las personas que se alojan en un refugio se ven obligadas a cumplir con reglas innecesarias y, si no se someten, se las obliga a salir a la calle como castigo”. Para avanzar hacia la abolición, la vivienda es imprescindible.