En febrero del 2023, ECAP se reunió con Fardin y con su familia en su casa de Erbil. Como personas refugiadas y solicitantes de asilo, su familia huyó de Irán en el 2012 y llegaron a Sulaimani, donde vivieron hasta el 2022. El año pasado se vieron obligadas a abandonar Sulaimani por órdenes de Asayish (policía de seguridad) y tuvieron que mudarse a Erbil.
Una vez más, la familia compartió su lucha actual con ECAP, mientras trabajan para encontrar la estabilidad en el Kurdistán Iraquí. Por ejemplo, después de diez años de vivir en el Kurdistán Iraquí, todavía no tienen documentos de residencia. La falta de residencia les ha dificultado la vida porque sin ella, no pueden buscar trabajo y su hija no puede continuar su educación; entre otros desafíos.
En el Kurdistán Iraquí hay más de diez mil personas que viven en situaciones similares. Las personas migrantes cruzaron la frontera desde Irán como personas refugiadas hace muchos años y han tenido dificultades para establecer una vida digna. Comparten la misma situación que millones de personas alrededor del mundo que piden asilo.
Les pedimos que oren por Fardin y por su familia. También le pedimos que oremos por las personas refugiadas de todo el mundo que luchan por una vida mejor.