Palestina es un problema de salud mental

La Asociación Estadounidense de Psiquiatría redactó una declaración en la que se posiciona inequívocamente con Israel, por lo que incumple varios principios que defiende el sector de la salud mental, entre ellos el respeto a los derechos humanos y a la dignidad.
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several people walk amongst the rubble of a bombed neighbourhood in Gaza
Palestinians inspect the damage following an Israeli airstrike on the El-Remal aera in Gaza City on October 9, 2023. Israel continued to battle Hamas fighters on October 10 and massed tens of thousands of troops and heavy armour around the Gaza Strip after vowing a massive blow over the Palestinian militants' surprise attack. Photo by Naaman Omar apaimages

ECAP ha promovido una comunidad global para contrarrestar la violencia y la opresión en la que les trabajadores por la paz, de todos los rincones del mundo, han caminado juntos y juntas del brazo hacia la liberación colectiva, siempre resistiendo a los poderes que buscan matar y destruir. Prosperamos cuando las personas nos apoyamos unas a otras y volvemos juntas la cara hacia la libertad. El bienestar comunitario es fundamental para lo que somos. La atención a la salud mental es fundamental en nuestro modelo de bienestar, especialmente para quienes presencian, escuchan y experimentan historias de violencia y opresión de primera mano. Ahora más que nunca, nuestros equipos necesitan espacios seguros donde puedan hablar abiertamente de sus experiencias. Cuando organizaciones como la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA) emiten declaraciones que no reconocen plenamente la experiencia de la opresión, estos espacios seguros se ponen en peligro. Nuestra coordinadora para el programa ECAP en Palestina, Mona el-Zuhairi, habla de este impacto en el siguiente artículo:

Durante la semana pasada, Israel comenzó la guerra contra Gaza tras los ataques de Hamás, bajo el pretexto de defensa propia, e ignorando el hecho de que llevan 17 años asediando Gaza y controlando la circulación, los alimentos, el agua, la electricidad y casi hasta el aire que respiran.

La mayoría de las declaraciones publicadas por organizaciones, iglesias y líderes han condenado a Hamás, han lamentado las vidas israelíes y concedido a Israel el derecho a defenderse. Pero al condenar a Hamás sin reconocer la ocupación sistemática a la que Israel ha sometido a las personas palestinas durante décadas, se crea una jerarquía de moralidad y se concede a Israel el derecho a matar. Crear estas categorías que deshumanizan a Hamás y a la resistencia palestina, que es en su mayoría no violenta, mientras que simultáneamente se da a los israelíes una clasificación de «civismo» es una herramienta bien conocida para el genocidio. Esto no es nuevo, todos los genocidios se basaron en la superioridad de una raza.

La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA), por ejemplo, emitió una declaración el 11 de octubre del 2023 en la que afirma que la «Asociación condena los recientes ataques terroristas en Israel». Junto a esta condena, también declara que «el antisemitismo y todas las formas de prejuicio y odio son inaceptables, y estamos con el pueblo judío ahora y como siempre».

A la fecha de 24 de octubre del 2023, el número de muertos en Gaza asciende a 5.300, entre ellos más de 2.000 niños y niñas. Según las noticias, la tasa de mortalidad aumenta minuto a minuto con 18 días de bombardeos consecutivos que han matado a civiles, las casas que antes estaban llenas se convirtieron en cenizas, ¡y sin embargo no hay ninguna declaración de condena de la APA sobre la matanza de personas palestinas!

La pregunta es, ¿por qué? No es una respuesta de una sola línea; es una historia de racismo y parcialidad a pesar de los cinco principios de su Código Ético:

  1. Principio A: Beneficencia y no maleficencia
  2. Principio B: Fidelidad y responsabilidad
  3. Principio C: Integridad
  4. Principio D: Justicia
  5. Principio E: Respeto a los derechos y la dignidad de las personas

La APA viola sus propios códigos. Su declaración ignora el hecho de que la población de Gaza lleva 17 años bajo bloqueo. No nombran, y por lo tanto agravan, el trauma intergeneracional con el que viven miles de familias palestinas como resultado de 75 años de ocupación. No reconocen que la privación de alimentos, agua y electricidad es una trágica violación de los derechos humanos.

La APA fue fundada por hombres blancos, muy probablemente colonos ellos mismos, portadores de genes blancos que desprecian a la gente de color. En 1904, G. Stanley Hall, fundador de la APA y pionero de los estudios sobre la adolescencia, publicó lo siguiente en su avance de la idea de que las personas de color: «africanos, indios y chinos, eran miembros de “razas adolescentes” en una etapa de “crecimiento incompleto”». El hecho de que, entre 1900 y 1925, la mayoría de los estudios de psicología se centraran en la jerarquía racial y muchos psicólogos participaran en prácticas de eugenesia demuestra que la psicología está construida sobre el racismo, uno de los principales pilares de la opresión.

Además, la APA no aplicó el principio fundamental de «no hacer daño» en el ámbito de la salud mental cuando participó en la defensa del genocidio en Gaza con una declaración tan discriminatoria y polarizada. La APA no defendió el principio de justicia según el cual «la salud mental es un derecho humano», lo que demuestra que la APA está tan impregnada de racismo que no puede ver que se bombardea a miles de civiles cuyo único error es que tienen la piel oscura.


Una versión anterior de este artículo fue publicada el 17 de octubre de 2023 por Jerusalem 24.

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