Mymwna (pronunciado May-moo-na) Harahshe, de 20 años, estudiante de enfermería en la Universidad Politécnica Palestina, de Bani Naim, al este de Hebrón, murió por un disparo en la cabeza de las fuerzas de ocupación israelíes.
El nombre de Mymwna significa «bendecida» y esta chica fue bendecida con su familia de dos hermanas y dos hermanos. Ella era la hija mayor. Mymwna tenía una hermosa sonrisa y, siempre era amable y agradable con todo el mundo, lo que la convirtió en una excelente candidata en su carrera académica de enfermería.
Su nombre solía traer alegría y felicidad, pero ahora se asocia con dolor, tristeza y angustia. Mymwna no está aquí ahora para contarnos su historia, así que tendré que darles una visión de la horrible escena.
El 24 de abril del 2024, las fuerzas de ocupación israelíes decidieron acabar con la vida de Mymwna cuando le dispararon en la cabeza mientras ella caminaba sola por la carretera de Bayt ‘Anun, en dirección a su universidad para tomar los exámenes clínicos de enfermería. La dejaron desangrándose en la carretera, mientras el ejército israelí impedía el acceso de una ambulancia o de cualquier tipo de ayuda para que la ayudaran.
Imagine caminar por la vida sin saber que éste sería su último momento de vida. Imagine que los pensamientos caóticos en su cabeza serían su última idea en este mundo, su última percepción de esta vida es esta imagen brutal de ocupación, su última visión son personas soldado israelíes apuntándole con sus armas y disparándole con sus balas porque se sienten amenazados por su existencia, simplemente una existencia palestina.
Me pregunto cuál fue el último pensamiento de Mymwna. ¿Cuál fue su último pensamiento sobre este mundo violento? ¿Cuál fue su último sentimiento? ¿Hubo dolor? ¿Fue rápido? Nunca lo sabremos, y Mymwna nunca podrá responder a estas preguntas.
Mientras tanto, en la universidad, durante los exámenes clínicos, cuando el profesor pronunció el nombre de Mymwna, la respuesta fue: «Mymwna es una mártir». Les compañeres de clase de Mymwna aún no pueden aceptar este crimen y siguen buscando cualquier oportunidad de saber de Mymwna sólo para darse cuenta de que su espacio ahora está vacío y su voz se ha ido para siempre. Con el corazón roto, su compañera de laboratorio tiene que continuar sola el proceso de aprendizaje, sabiendo que Mymwna no volverá a estar aquí. Esta es la situación que viven las personas palestinas bajo la ocupación israelí.
Así de fácil, en unos segundos, una vida fue arrebatada, un alma desapareció y un sueño quedó sin alcanzar. La ocupación ha venido aplicando estas tácticas de crímenes horrendos contra las personas palestinas y esta agresión se ha convertido casi en parte integral de la vida cotidiana desde el 7 de octubre. No es el primer crimen de Israel y Dios sabe cuándo será el último.
Como cualquier otra familia, la de Mymwna está deseosa de dar a su hija una despedida adecuada y un funeral digno para honrar su memoria. Sin embargo, la ocupación siempre encuentra la manera de destruir y robar este precioso momento a la familia palestina. Por desgracia, el cuerpo de Mymwna sigue retenido por las fuerzas israelíes y su familia pasa la noche en vela añorando a su hija mientras el asesino duerme en «paz» e impune.
Permítanme terminar compartiendo una cita del prisionero mártir Waleed Daqqa:
«Quién sabe, su Estado del «llamado Israel» puede promulgar una ley que le permita detener almas».
No somos números, Mymwna no es un número más, recuerde su nombre y su historia.