En 1968, el partido Baazista llegó al poder en Irak. Un año después, aprobaron la Ley 156 de 1969:
Se impondrá la pena de muerte a quien cometa intencionadamente un acto con la intención de dañar la independencia, la unidad o la integridad territorial del país, y el acto puede conducir a ello
dando permiso al Estado para ejecutar a muchas personas, incluidas personas kurdas y a otros grupos.
Más de 30 años después, en una medida progresista, el recién constituido Parlamento del Kurdistán Iraquí abolió la Ley 156 y la sustituyó por la Ley 21 del 2003:
Se condenará a cadena perpetua o a prisión temporal a toda aquella persona que, intencionadamente o de cualquier otro modo, participe en cualquier acción que tenga por objeto dañar la seguridad, la estabilidad y la soberanía de las instituciones de la región del Kurdistán Iraquí y, por tanto, cause ese daño.
En la Ley 21, el gobierno eliminó la pena de muerte y la sustituyó por cadena perpetua o prisión temporal, pero también hizo la ley mucho más vaga que antes. La ley debilita la definición de intencionalidad, según la cual, aunque usted haya participado sin conocimiento ni intención en cualquier acción que el gobierno pueda entender como perjudicial, usted está sujeto a castigo.
Como consecuencia, muchas personas activistas de derechos humanos y personas periodistas han sido encarceladas en virtud de esa ley, entre ellas la mayoría de las personas periodistas y personas activistas de Badinan. Suleiman Ehmed, periodista, activista y residente en Sulaimaniya, regresó a Rojava, Siria para participar en el funeral y en la ceremonia de duelo de su padre, pero fue detenido a su regreso por las fuerzas del Partido Democrático del Kurdistán el 25 de octubre del 2023, una vez que cruzó al Kurdistán Iraquí desde la frontera entre Fish y Jabur. Desde entonces él ha estado detenido en la Oficina General de Seguridad de Duhok. Suleiman debe enfrentarse a un juicio con arreglo a la Ley 21 del 2003, acusado de apoyar al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, por sus siglas en inglés). Las personas trabajando en su defensa jurídica sólo lo han visto una vez brevemente, y todavía no han podido ver el expediente de su caso. Su familia no ha podido visitarlo en lo absoluto.
Las personas periodistas y las personas activistas no son amenazas para la seguridad nacional del Kurdistán Iraquí. Son personas defensoras de la democracia, de la libertad de expresión y de la libertad. Cientos de miles de personas del Kurdistán Iraquí han dado su vida por la abolición de cualquier encarnación de la Ley 156, ya que miles de ellas fueron ejecutadas por resistirse intencionada, enérgica e incansablemente al régimen baasista y a sus leyes. Ahora que el Kurdistán Iraquí disfruta de autogobierno y de un alto grado de independencia, es preciso honrar el sacrificio de esos cientos de miles de personas respetando la libertad de expresión, la independencia de los tribunales, el fortalecimiento de las estructuras e instituciones democráticas y la justicia social.
Oremos con ECAP Kurdistan Iraquí por la liberación de Suleiman Ehmed, que está siendo encarcelado por su activismo a causa de la Ley 21 del 2003 y tendrá una audiencia judicial el 30 de junio del 2024.
Oremos por todas las demás personas que han sido encarceladas en virtud de la Ley 21 del 2003.
Oremos por la abolición de todas las encarnaciones de la Ley 156 de 1969.