En Toronto (Canadá), la policía sigue reprimiendo las manifestaciones de solidaridad con el pueblo de Palestina. El ‘Toronto Police Service (Servicio de Policía de Toronto, TPS, por sus siglas en inglés) ha ampliado una ‘Hate Crimes Unit’ (Unidad de Delitos de Odio) que se ha dedicado en gran medida a investigar y arrestar a personas activistas de la solidaridad con Palestina. Desde octubre del 2023, más de 133 personas han sido arrestadas por su participación en acciones de solidaridad con Palestina. La Red de Solidaridad en Isla Tortuga de ECAP ha acompañado a las personas arrestadas al colaborar con el ‘Legal Support Committee’ (Comité de Apoyo Jurídico) del movimiento.
En sólo dos semanas del mes de julio, la policía de Toronto detuvo a 15 personas. ‘Five were arrested’ (Cinco fueron arrestadas) por entrar presuntamente en la oficina de campaña del diputado Ahmad Hussen durante la campaña electoral federal de abril para exigir un embargo de armas, después de que sus peticiones de reunión con su representante fueran ignoradas. En ese momento, el personal de la oficina de Hussen llamó a la policía para pedirles que desalojaran a las personas manifestantes, pero éstas se marcharon voluntariamente. Sin embargo, casi tres meses después, la policía detuvo a cinco personas y las acusó de allanamiento de morada, daños contra la propiedad, reunión ilegal y reunión ilegal mientras estaban enmascaradas. El 19 de julio, la policía detuvo a diez personas en una manifestación de solidaridad con Palestina en el centro de Toronto. La policía exigió a la multitud que despejara un cruce de calles y luego cargó contra la multitud, agarrando a las personas manifestantes. Diez personas se enfrentan ahora a cargos.
Catorce de las 15 personas arrestadas quedaron en libertad bajo fianza, con una condición que les prohíbe participar en protestas. Desde el 2023, la policía ha impuesto esta condición seis veces, y cada vez les jueces la han retirado porque viola el artículo dos de la Carta de Derechos y Libertades. Sin embargo, la policía sigue aplicando esta condición, alegando que sigue las orientaciones del ‘Hate Crime Working Group’ (Grupo de Trabajo sobre Delitos de Odio), un grupo de personas fiscales que asesora sobre estos casos. Algunas personas integrantes del grupo de trabajo han expresado públicamente sentimientos proisraelíes y anti palestinos.
Las personas integrantes del movimiento de solidaridad con Palestina y otros movimientos de justicia social están profundamente preocupadas por un clima de creciente autoritarismo y criminalización de la disidencia. Varias ciudades canadienses han aprobado ‘bubble zone” bylaws’ (estatutos de las zonas burbuja) que prohíben protestar cerca de lugares de culto, escuelas y guarderías, a pesar de las advertencias de grupos de defensa de las libertades civiles de que estas ordenanzas pueden vulnerar los derechos consagrados en la Carta. Desde octubre del 2023, la vigilancia policial de las manifestaciones por diversas causas de justicia social se ha vuelto más agresiva y violenta, y la vigilancia policial y el hostigamiento de las personas organizadoras de movimientos se han convertido en algo habitual.
Oramos por fortaleza y la resiliencia de las personas que persisten en la labor de resistir a la opresión, y por la valentía de las demás personas para que empiecen a alzar su voz y a actuar en solidaridad. Oramos por el fin del genocidio de Israel contra Gaza y por la liberación del pueblo palestino.