En busca de seguridad en el corazón de la antigua ciudad de Al-Khalil, la Familia Abo Jihad lucha contra una de las presiones silenciosas de la ocupación: la restricción de movimientos.
Vivo en la misma ciudad que elles, pero en circunstancias diferentes. Elles viven en Harat al-Salaymeh, un callejón de la ciudad antigua de Al-Khalil, que forma parte de la zona restringida. Allí, en una de las zonas más controladas de Cisjordania, la población sufre la discriminación causada por los puestos de control militar y la presencia militar que rodean la zona ocupada. Es un lugar donde la vida cotidiana puede describirse como cualquier cosa menos normal.
Harat al-Salaymeh solo tiene dos puntos de acceso: el puesto de control militar 160 y el Callejón Al-Jabari. El Sr. Abo Jihad nos contó las dificultades a las cuales se enfrentan él y su familia, así como las dificultades de sus vecines.
La lista
Antes del 7 de octubre del 2023, las personas residentes de Harat al-Salaymeh habían sido incluidas en un censo, al igual que las que vivían en muchos otros callejones. Esta es una herramienta para la implementación del apartheid y el encarcelamiento masivo. La Familia Abo Jihad lucha cada día por pasar el puesto de control militar, al igual que todas las demás familias palestinas que viven en la zona. El Sr. Abo Jihad explicó que las personas deben mostrar su documento de identidad en el puesto de control militar y que cualquier nombre que no figure en la lista será expulsado de la zona. La Familia Abo Jihad lucha cada día por pasar el puesto de control, al igual que todas las demás familias palestinas que viven en la zona. El Sr. Abo Jihad explicó que las personas deben mostrar su documento de identidad en el puesto de control y que cualquier nombre que no figure en la lista será expulsado de la zona. Si queremos recibir a algún integrante de nuestra familia que vive fuera de la zona restringida, esa persona ni siquiera puede visitarnos porque su nombre no figura en la lista, él dijo. Recuerdo que en la última Eid al-Adha nos dijeron que podíamos recibir al resto de nuestras familias que viven fuera de la zona. Pero en la primera mañana de la Eid, elles simplemente cerraron el puesto de control militar y nadie pudo entrar ni salir. A nosotres nos prohíben disfrutar de nuestras vacaciones, pero en las suyas nos encierran y elles se divierten.
Estrés diario y nocturno desde el 7 de octubre
“Les contaré cómo es nuestra forma de vida forzada”, dijo el Sr. Abo Jihad. “No se lo pueden ni imaginar. Las carreteras están cerradas. Tenemos prohibido mirar por las ventanas de nuestra casa o subir al tejado. Además, no podemos dormir por la noche debido al ruido de los colonos cantando, llamando a las puertas de las casas árabes o registrando sus hogares. Se escucha el ruido de las máquinas de construcción en la calle. Temprano por la mañana, esperamos y vigilamos a nuestros hijes para asegurarnos de que pasan el puesto de control militar. Y entonces empezamos a pensar en nuestra propia lucha. Solo podemos pasar el puesto de control militar por la mañana, entre las 7:00 – 8:00 am, y debemos volver a casa por la tarde, entre las 4:00 – 5:00 pm. Todos los talleres y tiendas de comestibles están cerrados, por lo que tenemos que llevar todo lo que necesitamos desde afuera de la zona restringida hasta nuestras casas. Y en medio tenemos el puesto de control militar, donde se comprueba y registra cada artículo. Si tienen alguna sospecha sobre algo, no lo dejan pasar. Hay escasez de todos los productos básicos cotidianos – pan, leche, pañales para niñes, aceite. Como ya he mencionado, cuando se vive en esta zona se tiene que llevar todas estas cosas a casa, que está muy lejos, y son pesadas, lo que afecta al cuerpo humano”.
Necesidades domésticas
Para alimentar y calentar a su familia, lo principal es tener energía – ya sea gas o leña. Pero aquí en Harat al-Salaymeh es complicado conseguir cilindros de gas, porque no pueden pasar por el puesto de control militar y, de todos modos, como no hay forma de transportarlas, tendrías que cargarlas tú misme, con sus 24 kg. Recientemente, las personas soldado de las Fuerzas Israelíes de Ocupación decidieron permitir a las personas residentes palestinas traer cilindros de gas todos los miércoles, pero aún así deben transportarlas ellas mismas. ¿Cómo pueden hacerlo un anciano o una anciana, un niño o una niña, una persona enferma?
El bloqueo restringe la circulación de las personas palestinas en la zona desde las 3 de la tarde del viernes hasta el domingo por la mañana. El Sr. Abo Jihad nos dijo que, incluso en caso de emergencia, por ejemplo, si una mujer está a punto de dar a luz, está prohibido salir de la zona – las mujeres deben abandonar la zona si están próximas a dar a luz. Si alguna persona árabe tiene una emergencia médica, la ambulancia no puede cruzar hasta que se coordine con la administración civil israelí, que debe acompañar al equipo médico para asegurarse de que la emergencia es real.
Personas detenidas por entrada ilegal – en su propia casa
El Sr. Abo Jihad y dos de sus hijos fueron detenidos durante seis horas en Wadi al-Hussain por saltar desde el tejado de una persona vecina para llegar a su casa después de que el puesto de control militar hubiera cerrado. Recientemente, las Fuerzas Israelíes de Ocupación habían estado abriendo el puesto de control militar de 6:00 am – 10:00 pm, por lo que nadie podía volver a casa después de esa hora. El Sr. Abo Jihad y sus hijos fueron detenidos porque se consideró que habían entrado ilegalmente en su propia casa. ¿Quién podría imaginar algo así?
“Se llevaron a dos de mis hijos a Wadi al-Hussain”, dijo el Sr. Abo Jihad, “que sabemos que es una base militar, y sabíamos que los castigarían severamente. Cuando mis hijos regresaron, después de una noche larga y estresante, dijeron que las Fuerzas Israelíes de Ocupación les habían puesto cubos en la cabeza y los habían golpeado toda la noche. Les obligaron a arrodillarse sobre piedras”, continuó el Sr. Abo Jihad, “y hasta ahora uno de ellos sigue sufriendo los efectos físicos y psicológicos del maltrato sufrido durante su detención”.
Cuando se cierra el puesto de control militar
El puesto de control militar puede cerrarse por cualquier “motivo de seguridad” – incluso si la conexión a Internet es inestable, por ejemplo. Si bien las personas palestinas no pueden llevar una vida normal en circunstancias “normales”, el callejón se vuelve aterrador durante las fiestas judías: personas residentes palestinas no pueden salir de sus casas ni siquiera para comprar una barra de pan o medicinas. Simplemente no es posible moverse. La Familia Abo Jihad tiene que abandonar su hogar durante las fiestas judías, porque si se quedan en casa se les prohíbe moverse, salir, subir al tejado o ir al jardín.
Siguen viviendo en la zona restringida
Estos son algunos de los tipos de opresión silenciosa que sufren las personas palestinas al vivir bajo restricciones impuestas. El Sr. Abo Jihad nos contó que hasta el 50% de las familias de la zona se han marchado por miedo – por sus hijas, sus hijos y elles mismes.
La Familia Abo Jihad tiene un pequeño terreno junto a su casa. Pero, debido a las restricciones, no pueden cultivarlo, ya que necesitan permiso para hacerlo. Al menos, el Sr. Abo Jihad ha encontrado un lugar donde sentarse, respirar aire fresco y tomar una taza de café en la gigantesca jaula que es su barrio. Este terreno es su única conexión con la tierra santa.