Oraciones por la paz, 10 de diciembre de 2017

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Oraciones por la
paz, 10 de diciembre de 2017

Hoy hacemos una
acción de gracias por uno de los socios del Equipo de ECAP en el
Kurdistán Iraquí, la comunidad Baste – que celebra la nueva
conexión de la red eléctrica después de muchos años de lucha y
vida bajo bombardeos transfronterizos. También hacemos una oración
por las familias que tuvieron que huir de su aldea Gullala Luego de
que los aviones de guerra turcos bombardearan esta población por
quinta vez en el último mes.


El equipo ECAP del
Kurdistán Iraquí celebra con uno de sus socios más antiguos, la
comunidad de Baste y los líderes de las comunidades cercanas, que
Baste finalmente tiene acceso a la red eléctrica. Esta conexión es
por lo que la gente de Baste (una antigua y muy conocida «aldea
de paz», que perduró durante tres décadas bajo la sombra de
bombas y cohetes turcos e iraníes), ha luchado durante muchos años.
Lea más sobre este gran logro aquí.

 La fiesta en Baste

Sin embargo, no sólo
buenas noticias llegan del Kurdistán iraquí. El 12 de noviembre, un
terremoto de magnitud 7.3 azotó a Kurdistán en ambos lados de la
frontera entre Irán e Irak, matando a más de 700 personas e
hiriendo a miles miles. En el momento en que la tierra tembló, los
aviones de combate turcos dispararon cohetes contra una de las aldeas
que se encuentran en la montaña de Gullala. Esta aldea está ubicada
a unas 35 millas al noreste de Suleimani. Este es el ataque turco más
cercano que ECAP ha registrado y el primer bombardeo en esta área.
Desde que se reinició la represión iraquí en la zona autónoma del
Kurdistán, los ataques aéreos turcos se han intensificado y se han
ampliado a nuevas regiones mucho más lejos de la frontera. Los
aviones de combate han bombardeado la vecindad de Gullala cinco veces
desde comienzo de noviembre.

El bombardeo de esta
semana fue el más terrible y también el más cercano a las casas de
la aldea que ha ocurrido hasta el momento. Las familias residentes
huyeron de su aldea, algunas llegaron a Suleimani, otras se fueron a
lugares cercanos al distrito de Mawat. ECAP se reunió con varias de
las familias desplazadas hace unos días. Una familia encontró
refugio en una casa que se encuentra aún sin terminar, a una media
hora de Gullala. La familia no tiene otro lugar adonde ir, ya que es
muy peligroso entrar al pueblo. Cuando llegó ECAP, la familia estaba
sentada alrededor de un pequeño fuego con dos niños. Le dijeron a
ECAP: «Vimos las bombas cayendo del cielo. Eran muy grandes y
parecían muy pesadas. Algunas explotaron en el aire y cuando lo
hicieron, olimos un olor extraño «. Después de un momento de
silencio, agregaron: «Esperamos la llegada de la nieve este
invierno, no de las bombas».

Una de las familias desplazadas de Gallala habla con un ECAPero

Uno de los aldeanos
desplazados dijo a ECAP: «Como no hay garantía de que los
bombardeos no vuelvan a ocurrir, dejamos nuestra aldea para salvar
nuestras vidas. No tenemos esperanzas de que el gobierno de Kurdistán
y el gobierno iraquí puedan detener los bombardeos. Además la
comunidad internacional guarda silencio como siempre «.

No nos quedemos en silencio. Levantemos nuestras voces y gritemos
fuerte y claro. A Dios, a los diversos funcionarios y representantes
gubernamentales. Oremos por las familias kurdas de Gullala y por los
millones de otras familias que tuvieron que huir de sus hogares y
comunidades para salvar sus vidas a casusa del terremoto. Luchemos
juntos en amor y solidaridad hacia un mundo sustentable donde «todos
puedan sentarse bajo su propio viñedo y debajo de su propia higuera,
sin que nadie los haga temer». (Miqueas 4: 4)

Comparta sus
pensamientos y las oraciones del equipo de ECAP en el Kurdistán
Iraquí, porque se avecinan tiempos difíciles.


Gracias.


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