Defendiendo nuestro hogar con ECAP

La ‘Campaign for Secure Dwellings’ (Campaña por Viviendas Seguras) puso en contacto a comunidades religiosas con familias como la mía en Cisjordania para presionar a las autoridades israelíes y estadounidenses a fin de detener las demoliciones de viviendas.
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a crowd is gathered as Israeli soldiers approach during a home demolition in

Crecí en la ciudad de Al Jalil/Hebrón, en Palestina, bajo un estricto régimen de apartheid de las fuerzas de ocupación israelíes. El alcance de la ocupación afecta a todos los aspectos de nuestras vidas, pero mi hogar en particular, siempre ha estado en primera línea de la resistencia en al Khalil/Hebrón. En 1995 empezamos a construir nuestra casa familiar cuando personas funcionarias de la Administración Civil Israelí enviaron una advertencia a mi padre, amenazando con demoler nuestra casa e instando a detener la construcción. Sin embargo, como no teníamos otro lugar a donde ir, nos comprometimos a terminar la construcción.

La situación se agravó años después con la construcción de una carretera de circunvalación para colonos cerca de nuestra casa, lo que provocó ataques e intentos de ocupación de nuestro hogar casi diariamente. La policía israelí arrestó a mi padre, Omar, y a mi hermano mayor por defender nuestra propiedad. Incluso mi madre se enfrentó a una posible detención cuando intervino contra un colono que intentaba entrar por la fuerza. Los ataques nocturnos nos hacían sentir frustración, inseguridad y privación de sueño por miedo a los colonos.

Fue durante este tiempo cuando los Equipos y Comunidades de Acción por la Paz nos ofrecieron un salvavidas cuando visitaron a nuestra familia por primera vez como parte de la ‘Campaign for Secure Dwellings’ (Campaña por Viviendas Seguras), proporcionando una sensación de seguridad con su acompañamiento. Esta campaña surgió del acompañamiento de ECAP junto a la familia Zalloum el 29 de febrero de 1996, cuando les militares israelíes llegaron para demoler su casa. Varias personas integrantes de ECAP fueron detenidas cuando se negaron a abandonar la azotea.

La demolición de la casa de la Familia Zalloum, en la que vivían 22 personas, puso en marcha una coalición de organizaciones palestinas, israelíes e internacionales que trabajan juntas para defender a las familias palestinas que se enfrentan a la demolición de sus hogares. En la primavera de 1997, el equipo palestino de ECAP dirigió un ayuno cuaresmal de 700 horas por las 700 viviendas atacadas por las fuerzas de ocupación israelíes. El 9 de diciembre de 1997, en el décimo aniversario de la primera Intifada, se lanzó oficialmente la Campaña por Viviendas Seguras. Los objetivos de la campaña eran hacer un llamamiento a las personas creyentes para que emprendieran acciones que pusieran fin a la demolición de viviendas palestinas, establecer asociaciones entre iglesias y grupos pacifistas norteamericanos y familias palestinas que han perdido sus hogares o que se enfrentan a la demolición de los mismos, y poner un rostro humano a las víctimas de las demoliciones de viviendas a la hora de incidir ante las personas representantes políticas.

Dado que nuestro hogar estaba amenazado, las personas integrantes de ECAP empezaron a quedarse en nuestra casa con nosotres de manera frequente, ofreciéndonos protección frente al creciente número de colonos que invadían el lugar. El equipo facilitó la comunicación con las organizaciones de derechos humanos y con la prensa, llamando la atención sobre nuestra difícil situación. En respuesta, los colonos presionaron aún más, levantando tiendas de campañas y encendiendo hogueras cerca de nuestra casa, mientras el ejército y la policía israelíes les proporcionaban protección. Los colonos tiraban piedras contra nuestra casa. Recuerdo al integrante del equipo de ECAP, Arthur Gish, enfrentándose valientemente a los colonos, declarando: «Esta es mi casa, aléjense de aquí».

La presencia del equipo del ECAP infundió cierto grado de seguridad y tranquilidad. Se convirtieron en nuestros defensores, atrayendo el apoyo de organizaciones de derechos humanos que nos defendieron, nos apoyaron y documentaron los hechos. A pesar de los intentos de los colonos de perturbar nuestras vidas, las constantes visitas del equipo se convirtieron en amistades duraderas, ya que ECAP continuó su apoyo y su presencia en la zona.

Con el tiempo, las amenazas de demolición y la dinámica de los colonos cambiaron, por lo que llamar la atención sobre los hogares familiares se convirtió en algo más perjudicial que útil, así que las familias pidieron a ECAP mejor unirse a ellas para resaltar e incidir por las demoliciones de las escuelas. Las prioridades de la ECAP también cambiaron hacia la siempre cambiante violencia de colonos y militares en la ciudad y, poco después, comenzó la segunda Intifada. La Campaña por Viviendas Seguras quedó entonces oficialmente clausurada.

Actualmente, me considero orgullosamente parte de esta familia ECAP como integrante del equipo, y a pesar de siete avisos de demolición, nuestra casa sigue en pie. Sin embargo, la amenaza constante se cierne, anticipando cualquier momento en que las autoridades israelíes puedan intentar demoler nuestro hogar.

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