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Comenzamos el 2022 con uno de los anuncios más importantes en nuestros treinta y cinco años de existencia: cambiamos nuestro nombre. Agradecemos profundamente a todas las personas que nos han apoyado en nuestro crecimiento y evolución; su compromiso, apoyo y deseo de liberación colectiva hacen crecer a la comunidad ECAP.
Este último año se ha demostrado que los ajustes y nuevos aprendizajes durante la pandemia han sido viables para continuar el trabajo de acompañamiento solidario no violento.
¡La red de solidaridad en Isla Tortuga tuvo un año emocionante! El año comenzó con acciones de solidaridad Wet’suwet’en en todo Toronto. En la primavera, personas de ECAP fueron a Wet’suwet’en y además ECAP comenzó a organizarse en una coalición en el refugio del hotel Novotel y con personas sin vivienda. Durante el verano la comunidad de Grassy Narrows llegó a Toronto para la manifestación anual de River Run. Y durante el otoño, ECAP pudo regresar a Grassy tras dos años de ausencia por la pandemia.
Este invierno, ECAP continúa trabajando en coalición con personas sin vivienda mientras el estado sigue librando una guerra contra ellos y contra las personas defensoras de la tierra indígena.
Sin embargo, la resistencia persiste mientras la gente lucha por su liberación.
El equipo se esforzó mucho este año, pero es complicado decidir si ha sido un año bueno o malo. El equipo dedicó cientos de horas esperando en las afueras de los tribunales y muchas más en los juicios de las personas que fueron falsamente acusadas de crímenes que no cometieron. Con base en Lesbos, el equipo aportó su experiencia y conocimientos sobre el terreno en decenas de reuniones e iniciativas de resistencia al régimen fronterizo sanguinario, y en cada oportunidad, en Grecia o en cualquier otra parte, abogó en contra de la distopía de la «isla prisión». Los miembros del equipo compartieron el dolor, la pena y los momentos de duelo cuando perdieron a alguien cercano, pero también compartieron momentos de alegría cuando la justicia triunfó sobre la injusticia y bailaron cuando las personas privadas de su libertad recuperaron la libertad.
¿Será bueno el siguiente año? Solo el tiempo lo dirá. Sin embargo, el equipo se compromete a estar presente en la isla para luchar contra toda discriminación y opresión.
El equipo siguió abogando por la liberación de los activistas de derechos civiles encarcelados de Badinan y Sheladze, y celebró la liberación de nueve de los prisioneros durante el año.
El Comité para la Protección de los Periodistas galardonó a la aliada del equipo, la periodista independiente Niyaz Abdullah, con el Premio Internacional de la Libertad de Prensa.
La campaña para poner fin a los bombardeos transfronterizos, una coalición entre ECAP en Kurdistán Iraquí y organizaciones aliadas de Irak, Italia, el Reino Unido, EE. UU., España y Noruega, publicó un informe detallado sobre las víctimas civiles de las operaciones militares turcas en el norte de Irak del 2015 al 2021. También acompañaron a nueve sobrevivientes de los ataques turcos e iraníes a reuniones en Bagdad con el vicepresidente del parlamento iraquí y el ministro de justicia quienes prometieron indemnizar a los afectados por la violencia transfronteriza.
El equipo organizó varios talleres exitosos sobre la no violencia y dos miembros recibieron formación para convertirse en facilitadores del proyecto alternativas a la violencia. El equipo acogió la primera delegación internacional postpandemia de ECAP en Kurdistán iraquí.
El 2022 fue un año difícil para Colombia. Los retos sociales, políticos y económicos han aumentado la presión sobre les aliades. La agricultura de la comunidad litoral de El Guayabo se ha visto profundamente afectada por las inundaciones, la rotura del dique y la falta de respuesta del gobierno municipal.
En respuesta a la creciente amenaza de violencia contra los defensores de los derechos humanos, el equipo acompañó a la organización aliada CAHUCOPANA en su labor de creación de refugios humanitarios para proteger la vida de las personas afectadas por el aumento de la violencia armada.
Les aliades siguen enfrentándose a problemas de inseguridad similares a los que han sufrido durante años por defender el derecho a vivir pacíficamente en la tierra que han cuidado y protegido desde hace más de 30 años.
Este año, el equipo tuvo el privilegio de ser testigo de la esperanza, la fe y la certeza de les aliades a pesar de la violencia y la opresión que han enfrentado. Sueñan con que, al final, podrán vivir en paz en sus territorios.
Fue un año lleno de risas y lágrimas, un año para que más resistencia encuentre libertad y justicia; un año lleno de sonrisas infantiles, crecimiento personal y decepciones.
ECAP documentó el aumento de la violencia del ejército israelí contra los estudiantes y las escuelas de la zona. El ejército israelí disparó gases lacrimógenos y granadas de estruendo con regularidad directamente contra niños y niñas, recintos escolares y civiles. También hubo una huelga de profesores y profesoras contra los recortes salariales del gobierno palestino, que afectó negativamente el aprendizaje de alumnos y alumnas.
Masafer Yatta se convirtió en un foco de violencia –por parte de las fuerzas de ocupación israelíes y de colonos– dirigido deliberadamente a las escuelas y a niños y niñas para abrir los desplazamientos forzosos hacia las colinas del sur de Hebrón.
La esperanza y resistencia de personas como Shaker Tamimi inspiran al equipo. Incluso después de haber vivido ataques sistémicos durante años, explica «seguiremos enfrentando a los soldados y colonos» para que niños y niñas de la zona de Jabal Jalis dispongan de un parque infantil. Los parques infantiles mantienen más seguros a los niños y las niñas.
Gracias por su apoyo. Esperamos que el año que viene más gente se una al equipo en la marcha hacia la libertad.
Reza por la justicia y trabaja por el cambio.