Migrantes en la Región Egea

las huellas de las manos de los y las migrantes en pintura roja y azul cubren una pared blanca

Garantizar el derecho humano a la circulación

Oremos para que las personas migrantes puedan hacer sus viajes de manera segura hacia una vida mejor y que los gobiernos opten por garantizar el derecho humano a la circulación.

Las puertas de metal negro se abren al juzgado de Mytilene, un edificio de dos pisos con ventanas altas.

Cuando E. vino a Lesbos

Incluso después de años en las Islas Griegas, las personas migrantes aún corren el riesgo de sufrir violencia estatal y criminalización.

un muro al lado de una carretera, escrita en ella un grafiti de letras negras: #(me)Moria

La memoria debe continuar viva

Al acercarnos a la conmemoración del centenario de la Guerra Greco – Turca este año, debemos aferrarnos a la memoria de la migración que ha existido durante varios años en Lesbos.

un mural en la calle de diversas caras

Construyendo nuestras comunidades juntes

Oren por nuestras comunidades de ECAP en todo el mundo mientras nos reunimos virtualmente y físicamente para continuar el trabajo de liberación.

Coast Guard boats docked at the port of Samos

Escandaloso caso de criminalización de personas refugiadas: Juicio contra #Samos2 fijado para el 18 de mayo

En un movimiento sin precedentes, las autoridades griegas acusaron a un refugiado de ahogar a su hijo de 6 años durante un naufragio. El 18 de mayo del 2022, él será juzgado en Samos junto con su acompañante, quien se enfrenta a cadena perpetua por pilotar el barco. Setenta organizaciones de toda Europa piden que se retiren los cargos contra #Samos2.

tres personas están sentadas con sus espaldas hacia la camera, inclinadas en sus sillas en medio del corte.

#Paros3 fueron sentenciades a un total de 439 años por pilotear el bote

El pasado 05 de mayo, el juicio contra los #Paros3, Kheiraldin, Abdallah y Mohamad, se llevó a cabo en la isla griega de Syros. Tanto el fiscal como les jueces reconocieron que las tres personas defendidas no eran contrabandistas y no habían actuado con ánimo de lucro, ni eran culpables de las 18 vidas que se perdieron. A pesar de esto, los tres padres fueron condenados por “facilitar acceso ilegal”, resultando en una sentencia de 187 años para el “capitán”y 126 años para cada uno de los dos “asistentes”.

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